Es muy difícil pronosticar el tramo final de la campaña, coinciden los analistas, porque habrá que ver qué pasa en las PASO. No es lo mismo si en el FpV vence Daniel Scioli que si se impone Florencio Randazzo. Habrá que ver cómo son los rendimientos en las PASO de Sergio Massa y Mauricio Macri y, por supuesto, si despega la candidatura de Margarita Stolbizer, que influye en el cuadro opositor. El Frente de Izquierda también jugará su papel. Con todos esos recaudos, este diario les preguntó a los encuestadores qué perspectiva ven respecto de un eventual ballottage.

¿Cree que habrá uno? ¿Quiénes estarían en él?

Mora y Araujo piensa que “lo más probable, me parece, es que haya un ballottage. Los contendientes serán dos de los tres que encabezan las encuestas. No hago apuestas, mucho menos me siento vidente. Analizando exhaustivamente los datos disponibles me parece muy probable que Scioli sea uno de los tres; por lo demás, es el único que podría llegar a ganar en primera vuelta. El otro que llegue al ballottage, no sé; le doy más chances a Macri, pero son sólo conjeturas. Hoy, todo es posible. Me parece que las campañas van a incidir mucho en el margen –como sucedió en 2003–. Eso invita a volcar la mirada analítica y crítica hacia las estrategias de comunicación publicitaria, algo poco frecuente entre nosotros”.

Para Ricardo Rouvier “por ahora tenemos ballottage; y mejora el posicionamiento del FpV para la segunda vuelta, que hace unos meses eran negativas. Macri asoma como el otro contendiente para la disputa final. Para mí, la segunda vuelta sería entre Scioli y Macri; por la polarización que habría entre la configuración de un oficialismo pleno y una oposición neta. Una propuesta de continuidad reformista; y la nueva derecha que quiere articular y subordinarse a los dominios mundiales, el dialoguismo burgués, y la recuperación del protagonismo del mercado sobre el Estado. Continuidad o fin de ciclo es el eje principal electoral”.

“Hoy hay ballottage –afirma Hugo Haime–. Está claro que Scioli estará, no está claro con quién competirá, si con Massa o con Macri. No hay nada definido. Tampoco está definido qué va a pasar en el ballottage. Las diferencias entre los candidatos a esta altura son no definitivas, si bien es claro que Massa y Scioli se imponen sobre Macri.”

“El ballottage es una posibilidad concreta que surge de las encuestas –coincide Roberto Bacman–. Aún depende de muchos factores, entre ellos del resultado de las PASO. No hay que perder de vista que estamos frente a una elección nacional de tres vueltas reales; y entre las primarias –y de acuerdo con el resultado– y la primera vuelta puede estructurar un voto estratégico. En relación con las PASO, cada fuerza política posee su estrategia: el FpV, superar el piso del 40 por ciento; y los principales candidatos opositores, (Mauricio Macri y Sergio Massa) liderar holgadamente el segmento antikirchnerista. Cuando más se divida el voto en el último segmento, más probabilidades de evitar la segunda vuelta tendrá el oficialismo. Cuatro candidatos podrían ser los protagonistas del eventual ballottage: el ganador de la interna oficialista (hasta el momento, Scioli o Randazzo) y el que represente en mayor medida el voto opositor (Macri o Massa). En tal sentido, pasarán muchas cosas y en muy poco tiempo.”

Para Artemio López “la pregunta es imposible de contestar. Eso depende de tres incógnitas que no pueden ser despejadas aún, falta mucho tiempo. Estas son, en primer lugar, cuál será el candidato oficialista. En segundo lugar, el nivel de involucramiento de la Presidenta, la verdadera clave para asignarle volumen electoral al oficialismo. Hoy Cristina, con 50 por ciento de imagen positiva, es la dirigente más popular del país. Tercero, finalmente, la situación socioeconómica, en especial el bienestar que se derrame sobre el 50 por ciento de la población más pobre de la pirámide de ingresos, el universo poblacional que aporta el 70 por ciento de los votos oficialistas”.

Enrique Zuleta va más allá: “A la luz de las tendencias actuales, el FpV triunfará en la primera vuelta y afrontará el ballottage enfrentado a la alianza del PRO con la UCR y Carrió. Las chances entre ambas fuerzas nacionales están equilibradas y las distancias son mínimas y cambiantes. Desde el caso Nisman, el FpV tiende a perder apoyos en el amplio sector del voto independiente. Las posibilidades de un triunfo en primera vuelta que existían hasta enero se han evaporado. El FpV y el PRO tienden a polarizar, cabeza a cabeza, las elecciones. Todo ello en la medida en que Daniel Scioli siga siendo, como hasta ahora, el candidato indiscutido. En cualquier otra alternativa, sus posibilidades serían muy problemáticas”.

“Visto desde hoy, el ballottage es una estación casi inevitable –evalúa De Angelis–. Ningún candidato logra hegemonizar la siguiente etapa. Macri parece ser un contendiente casi seguro para esa instancia, Scioli puede serlo bajo ciertas condiciones. Sin embargo, van a ser meses muy intensos y no se puede prever el impacto que traería si, por ejemplo, algún candidato se bajara de la contienda o si CFK encabezara una lista.”

Ignacio Ramírez suma una mirada futbolística: “Un panorama político polarizado puede ser pensando como un mundial, donde el camino a la final se estructura en dos llaves que van reduciendo la competencia a dos equipos: en una llave se irá seleccionando el representante del hemisferio opositor del electorado y en la otra llave se definirá el candidato que expresará la continuidad de los lineamientos esenciales del proyecto político en curso. Ante este escenario, la conceptualización en clave de triple empate resulta conceptualmente errada, ya que ignora que la opinión pública se encuentra segmentada y empatada en dos pulsiones divergentes: cambios vs. continuidad. En consecuencia, tres son multitud, lo cual explica que en el massismo se haya agudizado la sangría de dirigentes y adhesiones”.

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