Juan Labaké, abogado del sospechoso Alberto Kanoore Edul en el caso AMIA, denunció ayer por traición a la patria y sedición a dirigentes de la DAIA y la comunidad judía argentina. Este diario viene señalando desde hace años a Labaké por sus posturas notoriamente antisemitas: dice que el atentado contra la AMIA fue cometido por Israel; que el mundo está dominado por dos grupos financieros, uno de ellos judío; que hay intención de quedarse con la Patagonia y otros típicos argumentos antisemitas de todas las épocas. Jorge Elbaum, sociólogo, embajador y ex director ejecutivo de DAIA, que viene polemizando en estas páginas con los dirigentes de la colectividad judía, señaló anoche: “Labaké es un fascista, un nazi y es mi enemigo. No voy a permitir que use mis notas. Nunca dije que hubo una ruta del dinero entre los fondos buitre y la DAIA”.

Labaké presentó ayer una denuncia por traición a la patria y sedición, a raíz de las dos notas publicadas por Elbaum en Página/12. La denuncia recayó en el juzgado de Julián Ercolini, quien seguramente la desestimará. Elbaum, embajador argentino ante la Alianza para la Rememoración de la Shoá, señaló en esas notas, que los dirigentes de la DAIA vienen acompañando las posturas más reaccionarias y de derecha a nivel internacional y que apoyaron la denuncia de Alberto Nisman, son una expresión de esa facciones del Partido Republicano y de la derecha israelí. Elbaum fue ayer uno de los convocantes al llamamiento a un encuentro de argentinos judíos (ver nota aparte).

Labaké es el defensor de Kanoore Edul, procesado en el expediente del atentado. Albertito, como le dicen al empresario de origen siriolibanés, llamó por teléfono a Carlos Telleldín ocho días antes del atentado y nunca pudo explicar bien esa comunicación. Paralelamente, el chofer del camión que dejó un volquete en la puerta de la AMIA cinco minutos antes del atentado, tenía una hoja de ruta en la cual figura una dirección de la calle Constitución lindera con una propiedad de Kanoore. El padre de Albertito, Alberto Kanoore Edul, tenía una fuerte vinculación con Carlos Menem y cuando se estaban por allanar sus propiedades concurrió a la Casa Rosada a pedir la intervención de Munir Menem. Para el expediente, Kanoore Edul es una punta que podría apuntar a la pista siria.

“No aceptaré de ninguna manera que mis notas sean usadas por Labaké, que es un fascista, un nazi, es mi enemigo en términos de representación del mundo, porque es un antisemita judeofóbico –señaló Elbaum a la Agencia Judía de Noticias—. Lo único que pretende es defenestrar todo lo que existe como judío.” “Lo que digo en mis notas –sostuvo Elbaum—, es que hay una ruta de dinero entre los fondos buitre y, de alguna manera, el fiscal Nisman. Y también digo que existió una confluencia política entre la DAIA y Nisman. Eso está probado. En mis notas nunca dije que hubiera una ruta de dinero entre los fondos buitre y la DAIA.”