Joven, descontracturado y con un toque cool, Martín Lousteau compitió por primera vez en una elección en las PASO de 2013, cuando sorpresivamente le ganó con la lista Sumá+ al entonces presidente del bloque de Diputados de la UCR, Ricardo Gil Lavedra. Acompañado por Rodolfo Terragno y apoyado en el aparato radical de la Capital, logró algo más de un 12 por ciento de los votos y, tras secundar en las elecciones generales a Elisa Carrió, se convirtió finalmente en diputado nacional. Pero su trayectoria política había comenzado mucho antes y en un lugar muy distinto del que ocupa hoy: fue asesor del Banco Central y ministro de Producción en el gobierno bonaerense de Felipe Solá. Desde allí pegó el salto al Ejecutivo nacional, donde recaló como ministro de Economía. Anoche avanzó un casillero en su vida política, posicionándose como el candidato de la oposición más votado en la ciudad. En el bunker de ECO algunos ya se permitían soñar en grande. Y no hablaban de la Ciudad ni de 2015, sino de encabezar un proyecto político nacional de cara al 2019.

La vida pública de Lousteau tuvo hasta ahora dos hitos: uno político, como responsable del proyecto de retenciones móviles que le valió al kirchnerismo uno de los conflictos políticos más intensos de su historia. El otro, personal, cuando se descubrió un romance con la actriz Juanita Viale, que estaba embarazada y en pareja con Gonzalo Valenzuela. Parte de ese costado ligado al espectáculo lo mantiene gracias a su matrimonio con la actriz Carla Peterson, que le aporta una dosis de popularidad y de presencia en las revistas de chimentos.

Lousteau nació en 1970. Pasó por el Colegio Nacional de Buenos Aires, se recibió de licenciado en Economía en la Universidad de San Andrés e hizo un master en la London School of Economics. Su padre, el abogado Guillermo Lousteau Heguy, fue secretario de Turismo entre 1981 y 1982.

En 2005, con 35 años, Lous- teau se convirtió en el dirigente más joven en asumir como presidente del Banco Provincia. Venía de ocupar cargos en el gabinete de Felipe Solá, puntualmente en el Ministerio de Producción. La salida de Miguel Peirano del Ministerio de Economía nacional le permitió, dos años más tarde, ocupar por primera vez un cargo en el primer gobierno de Cristina Fernández. Allí impulsó el proyecto de retenciones móviles que abrió la confrontación con las patronales agropecuarias. Tras renunciar el 24 de abril de 2008, se justificó diciendo que la famosa resolución 125 era una iniciativa mucho más moderada que la que en aquel momento proponía el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Alejado de la función pública y del kirchnerismo, Lousteau encontró cobijo en la fundación que lidera el ex jefe de Gabinete de la Alianza Chrystian Colombo. El Vikingo, como lo apodan, le dio un lugar en la Fundación País Porvenir, que preside Daniel Larriqueta. Colombo festejaba anoche en el bunker de ECO, abrazado a Emiliano Yacobitti, presidente de la UCR Capital y peso pesado de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Sobre esos dos pilares menos visibles se sustenta el proyecto político de Lousteau: por un lado, el aparato partidario de la UCR, con el operador Enrique “Coti” Nosiglia siempre presente. Por el otro, el sector empresario del ex banquero y funcionario de la Alianza.

El PRO tentó a Lousteau en 2013, ofreciéndole una candidatura a senador, que el economista finalmente rechazó. En el bunker de ECO dirigentes del radicalismo porteño recordaban conversaciones que mantuvieron con el ex ministro en los últimos meses. Allí les aseguró que no aceptaría un cargo en un eventual gobierno nacional de Mauricio Macri. “Tiene tanto ego que no aceptaría ser segundo de nadie”, relataron en estricta reserva. Si bien Lousteau se define como “socialdemócrata” y nunca se afilió formalmente a la UCR, en el radicalismo se entusiasman con su figura y con la posibilidad de volver a gobernar un distrito que hasta la irrupción del PRO siempre les resultó amable. Apoyado en su popularidad, su capacidad para comunicar como columnista de programas de radio y en sus libros de divulgación económica, Lousteau se perfila para disputar un eventual ballottage con el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. Los más entusiastas, incluso, sueñan con que, aun perdiendo, el de anoche sea el inicio de una carrera que vaya más allá de las fronteras de la ciudad de Buenos Aires y que se juegue en la pista de 2019.