EL PAíS • SUBNOTA › LOS DICTAMENES ESTARIAN LA SEMANA QUE VIENE
› Por Raúl Kollmann e
Irina Hauser
La junta médica convocada para analizar la muerte de Alberto Nisman se desarrolló ayer durante seis horas; se reinicia hoy a las 12 y todo indica que llevará varias sesiones más. Los encuentros entre los médicos son secretos, por lo que no trascendieron los resultados. Todo indica que los forenses designados por la ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, insistirán en sus posiciones que, de hecho, apuntan a la hipótesis del homicidio, mientras que los forenses oficiales y el que representa al técnico informático Diego Lagomarsino suscribirán una data de muerte y una mecánica que, de hecho, se orientan hacia la hipótesis de que Nisman se suicidó. Si las cosas resultan así, el dictamen de mayoría tendrá unas diez firmas y el de los forenses de Arroyo Salgado, dos.
La junta médica se realizó delante de la fiscal Viviana Fein y su secretario, Bernardo Chirichela, aunque la coordinación estuvo a cargo del titular del Cuerpo Médico Forense, Luis María Godoy. Como se sabe, el CMF depende de la Corte Suprema. Los puntos centrales sobre los que se debe expedir la junta médica son dos:
n Uno. La data de la muerte. Para los forenses de Arroyo Salgado, Nisman murió el sábado 17 de enero por la tarde-noche, cuando Lagomarsino estaba en el departamento de Le Parc. De hecho, Arroyo Salgado le echa la culpa al técnico del homicidio, por cuanto es la única forma de explicar por qué se usó su arma. Los forenses que hicieron la autopsia, en cambio, afirman que Nisman murió el domingo 18 al mediodía, un cálculo que hacen sobre la base de las temperaturas del cuerpo y, sobre todo, por parámetros que tienen que ver con la rigidez y la muy incipiente descomposición del cuerpo. Por lo que se sabe hasta ahora, Lagomarsino no estuvo en Le Parc el domingo.
n Dos. Si hubo o no espasmo cadavérico. Se trata de un fenómeno que, por la cercanía del disparo, produce una inmediata rigidez del cuerpo. En la autopsia oficial se habla de espasmo cadavérico en el brazo derecho, lo que explicaría por qué el brazo y la mano quedaron exactamente como al momento del disparo. El espasmo sería un indicativo del suicidio. Los médicos de Arroyo Salgado discrepan y sostienen que no hubo espasmo sino agonía, que Nisman perdió mucha sangre y que eso demostraría que tuvo sobrevida.
Todo indica que los especialistas empezaron a recorrer, punto por punto, las preguntas formuladas por la fiscal. La metodología consiste en que cada médico expone su punto de vista y al final de las sesiones –seguramente la semana próxima– se firmarán uno o más dictámenes. Es muy probable que las posturas de Arroyo Salgado sólo sean sostenidas por sus dos forenses, Osvaldo Raffo y Julio Ravioli. Y todo indica también que los demás firmarán el dictamen de mayoría ratificando las conclusiones de la autopsia oficial.
En paralelo, la junta de criminalistas –que empezó a reunirse el martes– podría expedirse igualmente la semana próxima. Allí se dará la misma situación: la mayoría respaldaría la postura de que dentro del baño no hubo otra persona, lo que implica que Nisman se quitó la vida. Como es obvio, la palabra final quedará a cargo de la fiscal Viviana Fein y, sobre todo, de la jueza Fabiana Palmaghini.
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