El escrutinio definitivo culminó pasado el mediodía en la sede del Tribunal Electoral, y en la vereda se desataron festejos cruzados que confundieron a los transeúntes desprevenidos. Un puñado de militantes identificados con el Frente Progresista coreaba el estribillo de campaña “No es Perotti, no es Del Sel, es Miguel Lifschitz gobernando Santa Fe”. Pero ahí nomás, otro grupo celebró con similar convicción y cantó por la victoria del candidato de Unión PRO. Y mientras unos y otros bailaban, el concejal electo socialista Horacio Ghirardi pedía al macrismo “un gesto de madurez institucional en reconocer la derrota”. Fue un momento antes de que los fiscales frentistas salieran del edificio y marcharan jubilosos por la calle, cantando a voz en cuello por la victoria aún no oficializada. No se supo el rumbo de esa algarabía sino hasta que desembocaron en la plaza y llegaron hasta la escalinata de la Casa de Gobierno. Allí los esperaban el gobernador, Antonio Bonfatti, y el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, con quienes se fundieron en abrazos y foto final de una larga campaña.