La apertura del acto en la Bolsa estuvo a cargo de su presidente, Adelmo Gabbi (foto). Citó los conceptos de “eficiencia”, “honestidad” y “ahorro” en palabras del ex presidente Néstor Kirchner, a quien elogió por haber dictado el decreto del cheque diferido. “Coincidíamos también con él en abogar por el superávit comercial y el fiscal, en contar con políticas previsibles y que sin cajas sólidas el debate se volvía abstracto”, agregó Gabbi en referencia al ex presidente santacruceño. Una especie de tiro por elevación a Cristina Fernández, que a su turno no esquivó la respuesta.

“Es verdad que Néstor hablaba de superávit mixto, pero también aplicó los encajes a los capitales extranjeros en 2005. Hay que tomarlo sin beneficio de inventario. Argentina sigue manteniendo el superávit comercial y en la cuestión fiscal hay que tener en cuenta la crisis internacional y la cuestión energética, que tiene impacto a través de los subsidios”, dijo CFK.

Gabbi mechó críticas con elogios al Gobierno. “Está muy bien controlar los mercados, pero no hay que manipularlos y nunca querer imponer precios”, tiró, apenas después de celebrar las medidas anunciadas ayer en materia de mejora al acceso al financiamiento para las pymes. “Esto es para que no te quejes, Axel”, le dijo al ministro de Economía, Axel Kicillof. También resaltó que desde 2003 la inversión en la Bolsa porteña superó en rentabilidad a la apuesta por el dólar.

El dirigente bursátil dedicó parte de su discurso a los encajes a los capitales extranjeros, controles implementados en 2005. “El daño colateral de las restricciones a los mercados de capitales es que no ingresan divisas al país, y eso es un problema para la economía”, dijo. Luego CFK advirtió que “los encajes permitieron que la Argentina no fuera presa de los ataques especulativos”.