El acuerdo para destituir a Eduardo Moliné O’Connor estuvo firme en el bloque de senadores del PJ. Sin embargo, por el resultado de la votación del miércoles, ese acuerdo no incluía la inhabilitación. Y la confirmación estuvo plasmada en el malhumor que ello generó en la titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Cristina Fernández de Kirchner. Pero esta posible “traición” no tendrá consecuencias. Al menos eso es lo que trascendió en la bancada. “Hay que votar leyes. Todavía quedan cuatro años de gestión y no se puede salir a cortar cabezas ante la primera flaqueza”, confesó a este diario un legislador oficialista.
Nada se dijo al respecto en la sesión de ayer. Los senadores simplemente se limitaron a aprobar medio centenar de proyectos, entre los que sobresalieron el que establece la Tarifa Social y uno que se convirtió en ley y habilita a votar a todos los presos del Sistema Penitenciario Federal que no tengan sentencia firme, para luego designar las nuevas autoridades del cuerpo. Sin inconvenientes, el kirchnerista chubutense Marcelo Guinle fue designado presidente provisional del Senado en reemplazo del sanjuanino José Luis Gioja, quien la semana próxima asume como gobernador de su provincia. Así, los hombres del Gobierno se aseguraron un hombre de confianza en la línea sucesoria detrás del vicepresidente, Daniel Scioli.
La actitud de la conducción de la bancada de no recriminar ni castigar a los que no votaron la inhabilitación obedece a un solo objetivo: construir mayorías y evitar que alguno se vaya del bloque. Y es que el castigo a Antonio Cafiero (Buenos Aires), Ada Maza (La Rioja), Marcelo López Arias (Salta), José Mayans (Formosa), Nélida Martín (San Juan) y Ramón Puerta (Misiones) sería el error que está esperando el único senador disconforme con el perfil del bloque: Eduardo Menem.
El riojano no logró asimilar aún el dolor que le significó su desplazamiento de la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores, pero no reaccionó porque sabe que no tiene espacio y ni siquiera apoyos para modificar la decisión. El castigo a los que se rebelaron sería la mejor forma de impulsar un espacio opositor dentro del bloque del PJ que hoy no existe y que en el fuero interno del riojano está latente.
“Hay que tener en cuenta que están llegando (Carlos) Reutemann y (Rubén) Marín. Por ahora están dispuestos a participar y acompañar. Esa es la razón por la que presidirán comisiones. Entonces, generar un conflicto sería una invitación para que se vayan”, se confesó un integrante del bloque justicialista.
En el marco de esos consensos fue que ayer los senadores respaldaron a López Arias para que continuara siendo el vicepresidente segundo del cuerpo. Por esta misma razón fue que se decidió que Puerta reemplazara a Menem. Para algunos senadores la razón de la presencia del misionero es simple: “Ramón es oficialista siempre, acá y en la China. Lo que no es posible que cada vez que el Presidente viaje al extranjero lo acompañe un senador que lleve el apellido Menem”.