Mié 20.01.2016

EL PAíS • SUBNOTA  › LEGISLADORES VIAJARON A JUJUY Y RECLAMARON LA LIBERACIóN DE SALA

Un cara a cara con Morales

Una comitiva de diputados del FpV y de izquierda logró una reunión con el gobernador jujeño y le advirtió sobre la gravedad de la detención de la líder de Tupac Amaru. Morales primero buscó desligarse del arresto y luego dijo que evaluará el reclamo.

› Por Miguel Jorquera

Desde San Salvador de Jujuy

El arribo a San Salvador de Jujuy de una decena de diputados nacionales, dos legisladores del Parlasur, diputados provinciales y porteños del FpV y de izquierda, para reclamar la “inmediata libertad” de la dirigente social Milagro Sala, alteró la correlación de fuerzas en la disputa que el gobernador radical de Cambiemos, Gerardo Morales, emprendió contra la referente de la Tupac Amaru, a quien denunció por “instigación a cometer ilícitos y tumultos”. La presencia de los legisladores frente a la Casa de Gobierno provincial, en una nutrida asamblea con los acampantes que reclaman la continuidad laboral de cooperativas de trabajo, disipó un desalojo por la fuerza que se anunciaba como inminente y además logró romper el cerco de las “visitas políticas” a Sala, que negaba el juez de la causa. Los legisladores también consiguieron forzar una reunión con Morales durante la noche. Allí, el gobernador buscó desligarse de la detención de Sala.

El encuentro entre Morales y los legisladores se prolongó algo más de lo esperado. “El gobernador dijo que iba a ver y evaluar” el reclamo, sostuvieron algunos de los participantes, pasadas las 22 de una calurosa noche jujeña, tras salir de la Casa de Gobierno provincial. De todas maneras, Morales intentó calificar la situación de Sala como “judicial”, a pesar de la opinión de los legisladores, que consideran la detención como un tema político y promovido por el propio Morales.

En la reunión, los diputados también transmitieron su preocupación por las condiciones de detención de Sala. Algo que los colaboradores de Morales buscaron minimizar, contra la opinión que vertieron los legisladores que pudieron visitarla ayer (ver aparte).

En el acampe de la Plaza Belgrano, que el flamante gobernador prefiere llamar “Paseo de la Bandera”, la llegada de los legisladores nacionales, regionales y provinciales alteró la tórrida siesta jujeña. Con una temperatura de casi 40 grados, los acampantes comenzaron a abandonar sus lugares de refugio, los iglúes y gacebos que cubren la céntrica manzana, para concentrarse en el lugar más amplio destinado para las reuniones y asambleas de los peticionantes. Durante casi dos horas, dirigentes de la Tupac y la Red de Organizaciones Sociales jujeñas y los diputados intercambiaron información y coincidieron en reclamar la libertad de “la flaca”, como sus seguidores llaman a Milagro.

“Quieren disciplinar a la gran mayoría de los trabajadores. Morales viene por la cabeza de Milagro Sala para ir por todos los trabajadores de las organizaciones sociales”, sostuvo José Zurita, del Frente Agrario Evita, en la bienvenida a los legisladores, a quienes llamó a dar a conocer a fondo el trabajo de las organizaciones. Muchos de los diputados la conocían, y quienes no, pudieron ver durante el recorrido desde el aeropuerto, a cada lado de la ruta, las casas con sus típicos tanques de agua con las figuras del cacique Tupac Amaru, el Che y Evita que las cooperativas de la organización de Sala construyeron en toda la provincia para los sectores más vulnerables.

“Milagro siempre ha estado a la cabeza de la lucha. No nos vamos a sentar a dialogar con Morales sin ella. El gobernador no nos puede decir a las organizaciones sociales cuáles deben ser nuestros dirigentes porque a él le resulta más cómodo. Eso lo decidimos nosotros”, clamó uno de los “tupaqueros” que fueron tomando la palabra.

El diputado provincial jujeño Germán Nero se explayó sobre la situación que llevó al acampe, cuyo reclamo central es que Morales los reciba y se defina el futuro de unos 50 mil cooperativistas. Pero el gobernador no los recibió y volvió a agitar su decisión de meter presa a Sala. Algo que luego concretó a través de una denuncia. El resto lo hizo la Justicia, donde Morales amplió el Superior Tribunal provincial a nueve miembros para tener su propia Corte, integrada por ex legisladores radicales.

Raúl Noro, el esposo de Sala, relató la detención de Milagro, de la que participaron decenas de policías y funcionarios provinciales, pero ni un funcionario judicial. Entre ellos, el secretario de Seguridad, el ex coronel Guillermo Siri, “quien todavía tiene que rendir cuentas por violaciones a los derechos humanos”, recordó. Siri figura en varias denuncias por delitos de lesa humanidad como integrante del Consejo de Guerra de la subzona 23 del tercer cuerpo de Ejército.

“Milagro es la primera presa política del gobierno de Macri”, dijo el diputado Leonardo Grosso del FpV y referente del Movimiento Evita, quien anunció que había presentado un hábeas corpus colectivo a favor de los acampantes. “Sala plantó la dignidad de los trabajadores jujeños durante la tierra arrasada de los 90, generando trabajo y obras para los humildes. No le creemos nada a Morales. Que liberan a Milagro Sala”, reclamó el diputado Edgardo Depetri y señaló que Jujuy “es un Estado policíaco y militar, no un Estado democrático”.

Uno a uno, el resto de los diputados tomaron la palabra. Entre ellos, los diputados Carolina Gaillard, Cristina Brítez, Matías Rodríguez, Adrián Grana, Marcelo Santillán, Mabel Carrizo y Verónica Mercado (FpV), la parlamentaria del Mercosur Julia Perié (FpV), el ex diputado Horacio Pietragalla, el legislador porteño del PTS, Patricio Del Corro, y la ex legisladora Vilma Ripoll (MST-NI), entre otros.

El sol comenzó a menguar pero no la temperatura. Los legisladores fueron hasta la gobernación para reclamar una entrevista con Morales. En la Plaza, los acampantes buscaban algo de aire en una plaza en la que ya no hay chicos por decisión judicial, aceptada por los manifestantes. Tampoco luz ni agua, por decisión del gobernador.

El despliegue rápido con bastones y escudos, el cierre abrupto del portón del parque de la sede de gobierno fueron las primeras reacciones policiales ante la llegada de los legisladores seguidos de un grupo de periodistas. Después de varias idas y vueltas, los uniformados dijeron que no los atendería el gobernador pero sí su secretario de Gobierno, Agustín Perassi; un ex gobernador peronista de los 90 y ahora referente de Sergio Massa en Jujuy.

La reunión fue breve. Los legisladores, tras un plenario callejero, decidieron que el único pedido sería la libertad de Milagro Sala. Adentro, expusieron que “el conflicto era político” y ameritaba “una solución política”, la liberación de la dirigente opositora y diputada del Parlasur. Perassi se escudó “en la división de poderes” y en que no podían interferir en decisiones judiciales, pero prometió que el gobernador los recibiría. Morales lo hizo, por la noche, y evitó definiciones, aunque tomó nota de que el escándalo por la detención de Sala ya es nacional e impacta sobre el gobierno de Macri.

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