El presidente Mauricio Macri arribó ayer al mediodía a Buenos Aires, acompañado por toda su comitiva oficial, tras el visita que realizó a Roma, donde se reunió con el papa Francisco y autoridades del gobierno italiano. Antes de regresar, habló con medios de aquel país y negó que el encuentro con Jorge Bergoglio haya sido frío y protocolar, como destacó la prensa. “Creo que hay algunas voces de personas que tienden a sembrar la desconfianza, que atribuyen cosas que suponen que el Papa piensa sin estar autorizados. Me parece que Francisco no necesita intérpretes”, afirmó el mandatario en una entrevista con el diario Corriere della Sera, publicada ayer. Macri descartó así los comentarios sobre la corta duración del encuentro y resaltó: “Es la primera vez que el Papa recibe al presidente de la Argentina en forma oficial y no privada”. Sobre la detención de Milagro Sala, Macri sostuvo: “El Estado de Jujuy es independiente y respeto las decisiones del Poder Judicial”. También dijo sentirse “esperanzado y optimista” respecto de que “dentro de un par de semanas” se alcance un acuerdo con los fondos buitre.