EL PAíS
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Mirar a los ojos
Por S. M.
–Usted estuvo el jueves con Blumberg y con la viuda de Bogani. Cuando habla con ellos, cuando los mira a los ojos, ¿qué siente?
–Que asumen una posición de control y que nos miden o que me miden. Miden cuánto sé, miden cuál es la coherencia del discurso, en relación con lo que vamos a hacer, miden hasta cuánto hemos averiguado, de las cosas que ellos han visto. Blumberg ya es una cruzada en sí mismo. La viuda de Bogani tenía actitudes de ciudadana muy golpeada, pero muy digna que venía a contar lo que pasó y saber si yo lo sabía también. Las conclusiones son muy fuertes. La conclusión de mi conversación con Bogani, la de Blumberg ya se saben, también las conclusiones de Blumberg son muy fuertes: hay excarcelaciones increíbles con cambio de carátulas. La cárcel no es para el castigo de los asesinos o los delincuentes, la cárcel es (discúlpeme la obviedad) para resguardar a la sociedad de alguien que es dudoso para ella. Es el principio constitucional y la Justicia no está cumpliendo con lo dicho antes, resguardar a la sociedad de gente muy peligrosa: cambia carátulas, libera gente, libera menores, asesinos, no investiga por qué en un caso de asesinato los testimonios no aparecen y no aparecen por las amenazas.
–¿Por qué no lo hacen?
–Porque se manejan con rutina. Y la rutina se terminó. Juan Pérez está dispuesto a salir a putearte por la calle por algo que ocurrió a muchas cuadras, por asesinatos. Por lo menos a raíz de la inseguridad se terminó la rutina.
Nota madre
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