En la apertura de la asamblea de obispos que comenzó ayer en la casa María Auxiliadora de San Miguel, el titular del Episcopado, monseñor Eduardo Mirás, eligió un mensaje de fuerte contenido social y dijo “que el individualismo y consumismo de los pudientes se despreocupa de la miseria que abunda y de la pobreza que alcanza cifras asombrosas”. Mirás también atacó el aborto y la clonación al hablar de “la presión de la cultura global que ciega las conciencias pone en duda el derecho a la vida del nonato, buscar pretextos para admitir la clonación humana o absolutizar el sexo para independizarlo de su fin propio”.
Desde ayer a la tarde se encuentra reunida la primera de las dos asambleas que realiza cada año el Episcopado. Las sesiones que convocan a un centenar de obispos católicos se extenderán hasta el sábado. La agenda del encuentro se refiere a temas institucionales, pero como es costumbre el análisis de los obispos se dirigirá también a la situación del país.
En la apertura, Mirás señaló ayer que “la comunidad argentina ha sufrido mucho en los últimos años: pobreza y marginalidad creciente, desgaste de las instituciones de la República, debilitamiento de los vínculos sociales y frustración de muchas esperanzas”.
Pero ese fue en el tramo social de su discurso porque en otra parte se dedicó a criticar a los sectores que impulsan la despenalización del aborto. “Es claro que la cultura tiene ahora una fuerte tendencia a renegar de las raíces cristianas. Y esto nos preocupa”, señaló el obispo. Además, sostuvo que la crisis de inseguridad expresada en las marchas organizadas por Juan Carlos Blumberg puede convertirse en “el despertar de la conciencia ciudadana”.