Por H. C.

Además de los ejes centrales del Plan Trienal, Arslanian reformará profundamente el escalafón: lo reducirá, unificará a oficiales y suboficiales, creará tres carreras policiales (Vial, de Seguridad y de Investigaciones) y habilitará a determinados títulos universitarios a incorporarse a la carrera policial directamente a las jerarquías intermedias, sin necesidad de ingresar desde el grado más bajo. Los tres puntos son claves para el futuro de la Policía II y, por transición, a los cuadros de la ex Bonaerense en el primer cinturón, donde coincidirán durante la primera fase del Plan: en la práctica, el escalafón, y las evaluaciones psicofísicas se transformarán en un filtro para los cuadros de la ex Bonaerense. Se implementará, además, un teléfono 911 de emergencias del tipo call center.
La actual estructura del escalafón policial de la provincia comprende 17 jerarquías, divididas en dos carreras incompatibles entre sí, oficiales y suboficiales. El grado máximo al que puede aspirar un suboficial es el de suboficial mayor, mientras que un oficial es el de comisario general que lo podía catapultar al cargo máximo policial. A partir del Plan Trienal, el escalafón quedará reducido a 9 jerarquías, cuyas denominaciones aún no fueron determinadas. En el nuevo escalafón se requerirá como mínimo estudios secundarios completos. Y para acceder a los tres últimos escalones (7, 8 y 9) será necesario contar con título universitario. Pero además, inserta un detalle bien novedoso: la posibilidad de incorporarse a la fuerza policial sin necesidad de empezar la carrera desde el inicio, contando con un título universitario afín (licenciatura en seguridad, por ejemplo) y aprobando las evaluaciones correspondientes.
En cambio, la Policía II tendrá 5 jerarquías: la inicial, oficial patrullero, que actuará en la calle, desarmado durante los primeros tres años, como fuerza de alerta temprano y ensamblado con las fuerzas federales. Lo sigue el sargento, encargado de turno en la estación y dedicado al mapeo delictual; el teniente será el responsable de la administración de la estación, dará las órdenes de acción diaria y supervisará; el capitán será el jefe de la estación y responsable táctico, y el superintendente, ejercerá la conducción estratégica y será el titular de la jefatura central de la II.
Entretanto, las comisarías de la antigua policía seguirán funcionando durante tres años al menos. Sus hombres seguirán armados y concurrirán a los llamados de despliegue con objetivos inmediatos. Durante los tres años del Plan, convivirán los remanentes del viejo escalafón con el nuevo (de 8 jerarquías). En ese plazo se supone que se irán retirando o dando de baja las viejas jerarquías, filtro al que se agregará el de las evaluaciones psíquicas y físicas. Lo que en pocas palabras significa que la vieja escuela de la Bonaerense no está en condiciones mínimas para cumplir su cometido.
Se creará, además, un teléfono de emergencias 911. El ciudadano podrá llamar. Será atendido por una recepcionista en un call center, que derivará el llamado a una central de despachos. Allí, personal civil debidamente especializado dirigirá el móvil que corresponda en respuesta del llamado y hará un seguimiento del hecho hasta que esté resuelto.