EL PAíS
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Con la bóveda embargada
Por el embargo que afecta sus bienes, entre ellos una bóveda en el cementerio de la Recoleta, María Julia Alsogaray tuvo problemas para sepultar allí a su madre, Edith Gay. La Dirección General de Cementerios se negaba a acondicionar el lugar para el entierro sin una expresa autorización judicial porque interpretaban que estaba afectado por el decomiso. Luego de una gestión, Pamela Bisserier, defensora oficial de la ex funcionaria, el Tribunal Oral 4 –que la condenó por enriquecimiento ilícito– envió un oficio el miércoles a la noche explicando que la bóveda no puede ser vendida ni usufructuada pero sí es posible utilizarla. Los jueces autorizaron a Alsogaray a dejar su celda en la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal para asistir al velorio y al entierro.
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