ALBERTO FERRARI ECHEVERRI*.
“Respuesta inobjetable”

La opinión de Noriega, viniendo de quien viene y del gobierno de donde viene, no merece comentarios, por obvias razones. La reacción del ministro Rafael Bielsa me parece inobjetable; mejor dicho, la del presidente Néstor Kirchner puesto que fue él, según informó Página/12, quien le dio esa instrucción a Bielsa. Lamento que no se haya hecho lo mismo con las declaraciones del embajador inglés publicadas hace dos semanas en La Nación, vocero oficial del “partido del extranjero” para usar una expresión de Charles De Gaulle, que merecerían haberle entregado las cartas credenciales y darle un breve plazo para que abandonara el país; especialmente cuando declaró que el gobierno de Kirchner no le merecía confianza al gobierno del Reino Unido.
* Ex subsecretario de Asuntos Latinoamericanos.



JUAN GABRIEL TOKATLIAN*.
“Contextos de Noriega”

Hay contextos en los cuales hay que poner esta declaración de Roger Noriega. El primero es el hecho de que Noriega es un funcionario que lamentablemente en los dos últimos años ha venido apoyando el uso de la fuerza contra gobiernos elegidos, lo cual le está valiendo en estos momentos que miembros del Congreso estadounidense lo critiquen fuertemente por su respaldo al derrocamiento del venezolano Hugo Chávez en 2002 y al del haitiano Jean Bertrand Aristide recientemente; este contexto demuestra qué tipo de persona está expresando esto en Estados Unidos y desde qué lugar ideológico lo hace. El segundo contexto en el que hay que poner esta expresión de Noriega es en el marco del viaje presidencial a China y del canciller Rafael Bielsa a Rusia: son los dos primeros viajes con una dimensión geopolítica distinta de lo que ha hecho durante su primer año de mandato el Presidente, quien se orientó a viajar en el ámbito latino, visitar Europa y tener dos diálogos con George Bush. Esta es la primera vez que se deja ver que la Argentina quiere auspiciar un nuevo orden multipolar en vez de un plegamiento a Estados Unidos. El tercer contexto es que la declaración de Noriega se produce después de que la Argentina hizo un gesto notoriamente cercano a Washington al sumarse al envío de tropas a Haití. En ese marco la expresión de Noriega muestra más que nada el hecho de que Estados Unidos, al menos a nivel de los mandos más ideológicos, es absolutamente insaciable y que no porque la Argentina haya enviado tropas a Haití el gobierno argentino iba a dejar de ser un referente crítico para funcionarios como Noriega. El cuarto elemento es que Noriega repite lo que siempre ha hecho y es que cada vez que habla mal de la Argentina simultáneamente habla bien de Brasil; siempre coloca el caso argentino en un lugar muy delicado, como el de un país con mucha incertidumbre, extraviado y equivocado. En consecuencia, lo que dijo Noriega sí constituye una intromisión en los asuntos internos de la Argentina. Pero la respuesta del canciller Bielsa, en vez de concentrarse en el contenido y ser más firme en ello, al utilizar palabras como podrido y harto, lleva a que el acento de esta situación se coloque más en la forma que en su contenido. Y nuevamente con este tipo de respuestas la Argentina logra corroborar lo que justamente los sectores más ideológicos desean confirmar en Estados Unidos: que la Argentina es un país irritativo, mutable y poco creíble.
* Politólogo, especialista en política internacional.



LUCIO GARCIA DEL SOLAR*.
“Aflige a los argentinos”

Que el orden público y la libertad de movimiento de nuestro pacífico pueblo sean crecientemente agredidos por conciudadanos reclamantes armados de garrotes es algo que aflige profundamente a cada vez mayor número de argentinos. Es normal, pues, que ello motive preocupación en círculos de países amigos que desean la recuperación de la Argentina. Pero no quita que los representantes gubernamentales de tales países debieran ser cuidadosos en la expresión de sus preocupaciones.
* Embajador.