EL PAíS
• SUBNOTA › LAS MANIOBRAS PARA QUEDARSE CON LA PROPIEDAD
El remate llama dos veces
La propiedad de los Argüello sobre el Acceso Oeste fue a remate el mismo día del primer aniversario del asesinato de su hijo Adrián. La compra fue escandalosa, pero el juez Héctor Nattero (del juzgado Civil y Comercial Nº 10 de Morón) sólo dejó suspendido el remate ante un reclamo de la sucesión familiar que todavía no resolvió.
Aunque editada, la filmación de la Liga de Rematadores muestra el proceso con sus irregularidades. El predio de 2100 metros cuadrados cubiertos y un valor estimado en más de un millón de pesos salió a la venta por una deuda de apenas 80 mil pesos y con una base de 485 mil. Pero no hubo oferentes. Media hora después, la propiedad volvió a subastarse sin base. Uno de los que pulseaba por la compra desde la primera fila era Mauro Cogliolo, un importante empresario cuyas inversiones en Ituzaingó crecieron considerablemente a partir de la creación del municipio. Pero otra persona, que no aparece en la filmación, le disputaba la compra a viva voz. Cogliolo se plantó en 560 mil pesos y por apenas diez mil más, el desconocido se quedó con la propiedad.
El video se corta, pero la filmación sigue cuando el martillero vuelve a rematar la propiedad que ya había sido vendida. Esta vez con una base de 285 mil pesos. Cogliolo levantó la mano, y ahora sin oponente, el rematador le dijo: “Pelado, es para vos en 285 mil pesos”.
Varios funcionarios municipales habían visto con buenos ojos el negocio de los Argüello. Walter Elías, entonces director de Entidades de Bien Público y ahora concejal, le alquiló la Feria por 6 mil pesos pero rescindió a los pocos meses. Entonces le presentó a la familia un comprador: Cogliolo, que llegó a firmar un boleto de compraventa por 250 mil dólares. Pero anuló la operación para comprar los derechos del remate que ya estaba en ciernes.
Los Argüello le alquilaron entonces el lugar a Walter Molina, que instaló una sucursal de su cadena de venta de frutas y verduras, pero tampoco le habilitaban el comercio. Karina Argüello dijo en la denuncia que discutió ese tema con Jorge Esquivel, ex subsecretario de Ingresos Públicos del municipio y ahora secretario de su primo, el diputado Horacio González. Karina afirmó en la causa que le comentó la discusión a Molina y que el verdulero le aconsejó que no insistiera más porque “si no las cosas pueden terminar de una manera que ni vos podrías imaginarte”.
Al día siguiente asesinaron a Adrián Argüello. Molina se enteró 24 horas después, a través de un abogado que seguía de cerca el proceso del remate de la propiedad. Ese mismo día le dieron la habilitación.
En la causa penal que se sigue por cohecho y posible extorsión contra el diputado González, Argüello anexó una confidencia que la ex jueza de faltas, Silvia Díaz Yague, le habría hecho a su hija Karina: “Esa era una modalidad que usaban siempre. Me hacían clausurar a mí y después ellos arreglaban todo en el Concejo. Cuando pasó lo de tu papá yo me dije, por qué no va y paga, ni se me ocurrió que querían quedarse con el predio. No querían cobrarle porque la idea era quedarse con el predio”.
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