EL PAíS
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Condenas máximas
El tribunal que juzgó el caso Demonty condenó a reclusión perpetua al subinspector Gastón Somohano por torturas seguidas de muerte y privación ilegal de la libertad. El inspector Gabriel Barrionuevo y el cabo 1º Alfredo Fornasari fueron condenados a prisión perpetua. También hubo penas de 3 y 5 años para seis efectivos. Todos pertenecían de la Comisaría 34ª.
La noche del viernes 14 de septiembre de 2002, Ezequiel Demonty salió a bailar con dos amigos. En la madrugada del sábado fueron a Pompeya a buscar un remís. Según los amigos, mientras tocaban el timbre en la remisería apareció un patrullero y cuatro o cinco minutos después, otros dos.
“No nos preguntaron ni el nombre, nos pegaron con armas, con el palo, patadas, nos dieron una repaliza”, contó uno de ellos. Después, los policías los llevaron hacia el Riachuelo. Allí, volvieron a patearlos y a golpearlos. Luego, los obligaron a arrojarse a las aguas contaminadas. Primero cayó Demonty, después Claudio y finalmente Julio. Los dos últimos lograron salvar su vida y fueron testigos clave para las condenas.
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