EL PAíS
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Falcón y Villar
Por H. V.
El presidente Néstor Kirchner predicó en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal la necesidad de construir una fuerza de seguridad “con profundos valores democráticos”, exhortó a “garantizar los derechos de todos los ciudadanos” y a “revalorizar el cumplimiento de la ley”. Loables propósitos, sin duda. Pero lo hizo desde un instituto de formación que aún lleva el nombre del coronel Ramón Falcón, un ex jefe de Policía cuya gestión contradijo esos principios. El 28 de enero de 1908, por orden directa de Falcón, el Cuerpo de Bomberos de la Capital impidió el acceso de los diputados y senadores al Congreso de la Nación, en la primera actuación golpista del siglo pasado. Al año siguiente, Falcón ordenó a los fusileros policiales que abrieran fuego sobre una manifestación obrera que conmemoraba el 1º de mayo, porque entonaban consignas “subversivas”. Varios murieron y muchos fueron heridos. Falcón también es homenajeado en la publicidad del Colegio Militar de la Nación, en la que figura como uno de los alumnos destacados que pasaron por sus aulas. Hace ya varios meses el ministro de Defensa, José Pampuro, ordenó al subjefe de Estado Mayor, Mario Chretien, y al Comandante de Educación y Docencia, Néstor Pérez Vovard, que removieran el nombre de Falcón de la página en internet del Colegio. Hasta ahora no le obedecieron. La Escuela de Suboficiales de la Policía Federal lleva otro nombre contraindicado para el objetivo de asociar seguridad con valores democráticos: Alberto Villar, uno de los organizadores de la Triple A.
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