Con un nivel de abstención del 50 por ciento, cerca de 14 millones de votantes venezolanos acudieron a las urnas ayer, en los primeros comicios regionales tras el triunfo de Hugo Chávez en el pasado referendo de agosto –rati-
ficador de su mandato–. Hubo acusaciones de fraude de la oposición antichavista y afirmaciones oficialistas de un seguro triunfo.
Con una escasa afluencia de votantes, las elecciones regionales y municipales venezolanas en las que se elegían ocho mil candidatos, 23 gobernadores, alcaldes y concejales de 334 municipios del país, y 458 diputados de los circuitos estatales, evidenciaron la repercusión de los pedidos de abstención de la oposición que retiró más de 300 de sus candidatos ante denuncias de posible fraude en los conteos.
Con 15 gobernadores chavistas, el gobierno buscaba ganarse estados donde la oposición tenía mayoría como el petrolero Zubia, o los industrializados Carabobo y Bolívar, y los populosos Miranda, Monagas y Anzoagri. El Consejo Nacional Electoral (CNE) prorrogó el horario de votaciones, mientras el oficialismo dejó entrever que logró una amplia victoria.
La votación cerró oficialmente dos horas más tarde que el cierre original, aunque hubo filas de votantes en distintos centros por varias horas más. A última hora de la noche, ayer, las autoridades electorales se aprestaban a efectuar una auditoría “en caliente” de una máquina por cada uno de los 5300 centros automatizados de los más de 8000 locales de votación.
“Hemos tenido una abstención grande, que es similar a la abstención en los comicios de estos tipos, y por eso estamos haciendo esfuerzos para que la gente acuda a emitir su voto”, adelantó el directivo del CNE, Jorge Rodríguez. Además, rechazó denuncias de irregularidades con las máquinas de votación, al asegurar que sólo 205 presentaron fallas. Por su parte, vicepresidente José Vicente Rangel denunció que la oposición había cosechado los resultados de su estrategia de denunciar fraude y llamar a la abstención en estos comicios. Chávez votó pasado el mediodía en una escuela de la populosa Caracas y, en improvisada rueda de prensa, dijo que llamaría a los gobernadores y alcaldes electos en los comicios para trabajar unidos con su gobierno, y advirtió a los opositores más reticentes que si pierden “entregarán sus cargos”. A su vez, el mandatario respondió a las críticas de la consejera de seguridad nacional norteamericana Condolezza Rice: “Chávez es un verdadero problema, pero mucho más grande es el gobierno de Bush para el mundo, qué problema tan grande, que invade pueblos, que les tira bombas a los niños, a las mujeres”.