“Milito desde los 17 años. Vengo de una familia peronista, vivíamos frente a la Facultad de Agronomía y había un vecino, un peón, Zacarías Rivero, que organizaba el barrio. Después me vinculé a la CGT de los Argentinos y en el ’71 entré en teléfonos.”
–¿Qué trabajo hacía?
–Empecé haciendo zanjas. Al tiempo me eligieron delegado, habíamos armado la agrupación del Peronismo de base. Pero no duró mucho, porque en el ’74 me echaron, primero de la lista Marrón y después del trabajo. Llegó la dictadura, no me quise ir del país, me hice camionero y anduve por el interior. Después volví con los telefónicos.
–¿Cuál fue su postura ante la privatización?
–Consideraba que era inexorable, aunque eso no quiere decir que estuviera de acuerdo. Mi postura fue la misma que ahora, estoy en favor de que las empresas públicas sean mixtas.
–¿Por que no directamente estatal?
–Con los niveles de corrupción que hay en la Argentina, nadie garantiza una buena gestión.
–¿Es usual que un gremio tenga la diversidad de éste?
–Acá siempre hubo una diversidad ideológica muy grande. El gremio se fundó en 1928 con anarcosindicalistas, y eso quedó, le dio un barniz a toda nuestra historia. Yo milité siempre en el peronismo, pero en los ’70 tenía compañeros socialistas, marxistas, de todos los sectores.
–¿Usted es kirchnerista?
–No. ¿Si soy un hombre K?
–Sí.
–No. Pero apoyo a Kirchner. Lo apoyo aunque tenga críticas, porque en este momento es una posibilidad para avanzar.