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Voces desde los hospitales
Entre los médicos, la discusión en torno del aborto terapéutico, previsto en el Código Penal, conlleva en realidad el trasfondo del aborto a secas: los profesionales que se resisten a practicar una interrupción de las que están tipificadas en la legislación y sacan la pelota afuera al recurrir a la Justicia están en contra del aborto en general. Aunque también ocurre en muchos casos que el traslado a los tribunales de un tema que en rigor es médico obedece a temores por el fantasma de eventuales futuras demandas. Así se desprende de los testimonios recogidos por este diario entre expertos que debatieron el alcance de una sentencia sin antecedentes en la provincia de Buenos Aires.
Oscar Contreras Ortiz, profesor titular consulto de la Facultad de Medicina de la UBA, indicó ante este diario que personalmente está “en contra de la interrupción del embarazo, que está prohibida. Para poder realizarla, cuando hay patologías que impliquen riesgos para la madre, es necesario pedir la autorización judicial, eso está en la ley y no se puede hacer de otra manera. En cada caso deben ser autorizados legalmente por el juez”, insistió.
En cambio, Mario Sebastiani es médico del servicio de Obstetricia del Hospital Italiano. Al ser consultado por Página/12 acerca de la decisión de la Corte bonaerense, señaló que en casos como éste los médicos “no tendrían que llegar a la instancia judicial; lo único que tienen que hacer es cumplir con la ley”. Y destacó que para ello la figura legal es la del aborto terapéutico, “que se efectúa a los efectos de preservar la vida de la mujer sobre la vida del feto, porque existe un conflicto de intereses que se resuelve a favor” de la mujer embarazada, con la participación de una junta médica formada por especialistas de cada institución.
En la misma sintonía se expresó el jefe del Departamento Materno Infantil del Hospital Posadas, Mario Palermo. “La ley dice que en nuestro país la interrupción voluntaria del embarazo no existe, excepto cuando una mujer demente es violada o cuando está en riesgo la salud de la madre”, como en el caso sobre el que se manifestó ayer la Corte.
Pero si la ley es tan clara, ¿por qué los casos llegan a la vía judicial? “Puede ser que los médicos lo hagan para contar con otro respaldo –especuló Palermo–. Uno puede comunicar lo que se va a hacer a la ley, no se trata de una autorización. No hace falta molestar al juez, porque está previsto un proceso interno dentro del hospital”, resumió.
Por su parte, Sebastiani afirmó: “Desconozco lo que sucedió en este caso, pero lo que vislumbro es una fuerte tendencia hacia una medicina defensiva, que no interpreta la ley o las necesidades de la mujer y se dedica a cuidarse de que alguna práctica afecte los intereses del médico”.
En tanto, Contreras Ortiz opinó que “es importante tener la mayor cantidad de controles sobre este tipo de cuestiones, porque si uno deja mucha libertad en la realización de abortos se puede llegar a la posibilidad de que se empleen mal las indicaciones, es decir, que se distorsione el verdadero motivo de la interrupción”. Por eso juzgó que el hecho de que la Justicia supervise “este tipo de actividades siempre es favorable para poder indicar con mayor precisión cuándo se están autorizando” los abortos terapéuticos.
Sin embargo, los especialistas del Italiano y del Posadas explicaron que hay un proceso previsto para estas situaciones dentro de los centros de salud. Sebastiani indicó que lo habitual es la conformación de una junta médica, “cuyo sentido es recabar información en las distintas disciplinas que intervienen”. Su objetivo es elaborar un pronóstico de cómo la gestación podría afectar la vida de la madre.
De esta junta participan los servicios de obstetricia. Si la embarazada tiene problemas cardíacos o nefrológicos, se suman especialistas en esos campos. En el Posadas el sistema es el mismo, y se agrega una última instancia, que es pedir el aval de un comité de ética. “Si el embarazopone en riesgo la vida de la mujer, con el consentimiento de ella se hace un aborto terapéutico. Si no desea hacerlo, no se la va a violentar”, afirmó Sebastiani.
* Informe: Daniela Bordón.
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