Otro juez federal de los noventa que está en apuros es Jorge Urso. Este martes tiene que presentarse a declarar ante el Consejo de la Magistratura, que lo investiga por irregularidades en la instrucción de un grupo de causas sobre tráfico de estupefacientes. Se trata de un expediente muy viejo, de 1998, que sufrió arduas disputas de competencia entre la Corte Suprema y el cuerpo de consejeros, que finalmente se lo quedó. Pero ésta no es la denuncia más preocupante para Urso sino otra que hizo su empleada doméstica: lo acusó de malos tratos, de haber adquirido un patrimonio sospechoso durante sus años en la Justicia federal y contó por televisión que supone que habría recibido dinero del ex ministro menemista Carlos Corach, a quien vio en su casa. Este magistrado ya tuvo una denuncia por supuesto enriquecimiento, que quedó en la nada, y ahora podría ser reabierta. La mucama está citada para declarar ante el Consejo el próximo 30 de agosto.