En su segunda visita a La Rioja, el presidente Néstor Kirchner no pudo resistir la tentación de responderle en sus propios pagos al ex mandatario Carlos Menem. Máxime si anteayer el riojano había pronosticado que el santacruceño “va a terminar en un neuropsiquiátrico o, si no, en la cárcel”. Aprovechando que se encontraba en Chamical, primero Kirchner recordó que “lamentablemente desde aquí se anunció al país la ignominia de los indultos a quienes reprimieron al pueblo argentino en el genocidio de la dictadura militar”. De esta forma, volvió a marcar un parteaguas con otros dirigentes a partir de su política de derechos humanos. Luego, se diferenció en el plano económico, con la estrategia de negociación ante el FMI. “Esta querida Rioja, donde algunos levantaron tantas veces en los últimos años los ideales del Fondo Monetario Internacional, paseando por sus salones”, remarcó en una nueva estocada, para luego resaltar su política de desendeudamiento (ver página 3). Por último, descargó sus críticas sobre el viejo latiguillo de campaña de Menem: “No les voy a pedir que me sigan, porque ya sabemos lo que les pasó a los argentinos por seguir y seguir. Yo les vengo a pedir que me ayuden”, concluyó.