El de Aníbal Ibarra es un caso llamativo: gobierna una ciudad de tres millones de habitantes, que es el segundo distrito de la Argentina, y a partir del próximo 10 de diciembre tendrá un solo legislador que le responda en forma directa. Dos de las tres integrantes del actual bloque ibarrista dejarán sus bancas en diciembre próximo, cuando asuman los legisladores electos el último domingo. Entonces, la Legislatura se armará en función del resultado electoral, que consolidó el dominio que Mauricio Macri tiene en ese ámbito. El empresario contará con un grupo de 22 legisladores, aunque no convivirán todos en un mismo bloque: es casi un hecho que los macristas puros seguirán por su lado, los peronistas que siguen a su lado por el suyo y por otro los que obedecen a López Murphy. Otra bancada importante será la del kirchnerista Frente para la Victoria, con 13 miembros. El ARI que hoy cuenta con 3 legisladores pasará a tener 10, pero tal vez tampoco estén todos reunidos bajo el mismo techo porque Enrique Olivera ya habló de establecer una formación propia junto a Teresa Anchorena que funcione como interbloque con sus otros compañeros de lista. El socialismo, el radicalismo y Autodeterminación y Libertad conservarán las dos bancas que hoy tienen y la izquierda quedará disminuida.