EL PAíS
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Hablan los protagonistas
“El 16 de noviembre llovió toda la noche. Me acuerdo, porque nos empapamos. En Matanza nos habíamos concentrado en un taller y pasamos toda la noche en vela. No sabíamos cuánta gente iba. Se sabía que iba a estar muy pesado. Nadie creía que Perón iba a volver. Los únicos que creíamos eso éramos nosotros, los jóvenes.” (El vicecanciller Jorge Taiana, sobre el 17 de noviembre de 1972.)
“Los vecinos de los campos de concentración nazis contaban lo mismo: que no habían podido imaginar la magnitud de lo que estaba pasando. Vivían a unos cientos de metros, se sentían olores, se veía el movimiento de gente. En la Mansión Seré, donde yo estaba, escuchaba al heladero, porque estuve en verano, de noviembre a marzo. Escuchaba a los chicos que iban a la escuela, desde el 1° de marzo hasta que nos fugamos, el 24. Pienso que de la misma forma que yo los escuchaba, ellos me tenían que escuchar a mí, cuando gritaba, cuando nos torturaban.” (Claudio Tamburrini, sobreviviente de la Mansión Seré.)
“Nadie te quería recibir un hábeas corpus. Te decían que lo habían secuestrado sus propios compañeros. Yo creía en la vida de él, no podía creer que los mataban, como después supimos. Yo iba mucho a lo de Graselli y él nos explicaba cómo eran los procedimientos. Ahí conocí a otras personas como yo, a Azucena, a otras madres y nos hablamos para encontrarnos afuera.” (Haydée Gastelú de García Buela, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.)
“Cada vez son más los chicos que están queriendo saber su identidad (...) Yo temblaba, en algún momento pensé: ¿estará bien haberla buscado? Pensé en el shock que le podía causar. Pero ahora es ella, el balance mío es muy bueno. Terminó una etapa, pero todavía yo deseo saber qué pasó con mis hijos, esto no termina.” (Buscarita Roa, de Abuelas de Plaza de Mayo y abuela de Claudia Poblete.)
Nota madre
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