El futuro de Aníbal Ibarra será definido dentro de dos días, cuando la Sala Acusadora de la Legislatura se reúna para definir si corresponde o no enjuiciarlo por el incendio de República Cromañón. A pesar de la proximidad del momento de decisión y de que no se trata de un tema menor, los resultados de los últimos sondeos que recibieron en la Jefatura de Gobierno indican que la mayoría de los porteños se manifiestan en contra del juicio político a Ibarra. Es un dato que en su entorno exhiben para contrarrestar la presión de los familiares de las víctimas.
En el Ejecutivo porteño cuentan con estudios propios y también con datos que llegan de manos de funcionarios nacionales que también están siguiendo con atención lo que dicen los porteños con respecto al caso Cromañón. Esos sondeos muestran que el 57 por ciento está en contra de la destitución de Ibarra, contra un 28,6 que se pronuncia a favor. Seis de cada diez consultados sostienen, además, que el empresario opositor Mauricio Macri debe mantenerse al margen de la decisión en torno de la continuidad o no del jefe de Gobierno en su cargo.
Un estudio hecho por la consultora NACK, dirigida por Gerardo Adrogué, expone que los porteños se dividen en tres segmentos: un 20 por ciento de fieles a Ibarra que consideran que no debe ser enjuiciado; un 50 por ciento expectante que evalúa que sería excesivo el juicio político al jefe de Gobierno, porque le atribuye responsabilidad en el incendio de Cromañón pero no la principal; y un 30 por ciento convencido de la destitución de Ibarra.
Casi todos, sin embargo, desconocen precisiones relativas a la decisión sobre la realización del juicio político y, según demuestra ese mismo estudio, no saben en qué momento se decidirá la suerte de Ibarra, ni cómo ni dónde. Los fieles y los expectantes manifiestan reparos sobre la Legislatura y sostienen que la responsabilidad que pueda caberle al jefe de Gobierno nunca será develada por los legisladores sino en todo caso en la Justicia. La mayoría se muestra descreída de la política en general y, por lo tanto, no perciben en forma negativa que Ibarra no sea enjuiciado.