A la espera de que los legisladores vuelvan a reunirse para pronunciarse sobre el juicio político a Aníbal Ibarra, desde el Ejecutivo porteño fogonearán al máximo durante el fin de semana la idea de que la oposición y un grupo de familiares de las víctimas de República Cromañón tienen intenciones “golpistas”. Esa estrategia quedó expuesta ayer mismo en palabras del propio Ibarra y de su jefe de Gabinete, Raúl Fernández. “Cuando vieron que no tenían los votos, forzaron la ruptura de la sesión y actuaron con la intención de hacer un golpe institucional”, señaló el jefe de Gobierno sobre lo ocurrido anteanoche en la Legislatura, mientras que su principal operador político remarcó que el abogado José Iglesias tiene “una clara actitud antidemocrática”.
El análisis público de Ibarra fue que los legisladores que promueven su enjuiciamiento con el argumento de que el incendio del boliche de Once fue producto de su mal desempeño tienen una “clara determinación política de destitución”. En ese sentido, reflexionó que “se llegó al día que se había fijado para una votación que, como no llegaron al número de votos, algunos legisladores estimularon la ruptura de la votación evitando que la Legislatura decida el rechazo” y agregó que fue “la coronación de una clara maniobra, fundamentalmente de algunos sectores del macrismo”.
Ibarra también arremetió contra un sector de familiares de las víctimas y advirtió que “el dolor no puede autorizar ni aquí ni en ningún lado hacer cualquier cosa”. “Hay muchísimos legisladores que están actuando en bajo el miedo porque hubo fuertes presiones, amenazas y agresiones en los propios despachos”, añadió.
Después de hacer esas declaraciones al salir de su casa, Ibarra se reunió en la jefatura de gobierno con sus principales colaboradores para repasar los detalles de la situación. En ese marco, dialogó también con el jefe de Gabinete nacional, Alberto Fernández, quien le ratificó el apoyo del Gobierno nacional. Ambos habían hablado también el mismo jueves a la noche mientras la sesión en la Legislatura estaba suspendida.
El jefe de Gabinete porteño complementó lo dicho por Ibarra. “Lo que ocurrió en la Legislatura es un hecho gravísimo de autoritarismo porque se impidió que pudiera terminar la sesión”, expresó a Página/12 y cargó contra Iglesias: “Desde hace meses viene manejando la Legislatura. Primero expulsó de la Comisión Investigadora a los integrantes del oficialismo y ahora pone la condición de que si no hay 30 votos a favor del juicio a Ibarra la Legislatura no va a poder sesionar”.