Este año, la Marcha tendrá otro gesto simbólico. Al finalizar la ronda, se arrojarán en la Plaza las cenizas de Azucena Villaflor de De Vincenti, la fundadora de las Madres de Plaza de Mayo cuyos restos fueron identificados hace cinco meses por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Como parte de la ceremonia se colocará una placa en su memoria.
La decisión fue tomada por una de las hijas de Azucena, luego de que el cuerpo fuera identificado junto al de otras dos Madres, Esther Ballestrino y María Ponce. Pero mientras las familias de estas otras dos madres decidieron enterrarlas en la Iglesia de la Santa Cruz, donde fueron secuestradas el 8 de diciembre de 1977, la hija de Azucena consideró que la Plaza de Mayo es el lugar que “mejor representa a su madre”. De esta forma, se puso en contacto con el Gobierno, que inmediatamente apoyó la iniciativa y propuso que además se coloque una placa con una de las consignas que resumió su lucha: “Juicio y castigo a los culpables”. Las tres Madres fueron secuestradas entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977, entregadas por el represor Alfredo Astiz, y estuvieron detenidas en la ESMA. Habían permanecido enterradas como NN en el cementerio de General Lavalle. El hallazgo realizado por el Equipo de Antropología resultó de un valor fundamental, ya que se trató de la primera vez que se logra un registro científico completo sobre el circuito que siguieron víctimas de los “vuelos de la muerte”.