En su primer día de reunión posvacaciones, la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura también citó a declarar como sospechoso al juez de La Plata Julio César Miralles. A este magistrado ordenó investigarlo en 2004 un camarista federal platense, Ramón Frondizi, ante las sospechas de que habría dado un trato privilegiado a determinados abogados en expedientes del corralito. En un principio, la Cámara rechazó intervenir en el tema, pero la Corte Suprema decidió tomar cartas en el asunto “por la gravedad de los abusos investigados”. Convalidó los entrecruzamientos telefónicos que determinaron conversaciones del juzgado con estudios importantes y la “coincidencia” de que la mayoría de los amparos de montos elevados siempre llegaban al mismo juez, que habilitaba en casos precisos el retiro del dinero atrapado en el banco. Miralles, además, está cuestionado por su actuación en otros expedientes judiciales. En un caso fue denunciado por la Sindicatura General de la Nación, en tiempos en que ese organismo estaba a cargo de Rafael Bielsa, que lo responsabilizó por un posible perjuicio al Estado de al menos dos millones de dólares, en un causa que habían iniciado operarios ferroviarios. El magistrado tendrá que presentarse ante los consejeros el 21 de febrero. La miembros de Acusación podrían atribuirle mal desempeño en sus funciones y promover su juicio político.