“Se solicita a la República Argentina el levantamiento de los cortes, restableciendo la libre circulación entre ambos países”, escribió el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, a su par argentino, Néstor Kirchner, en la carta que le envió el martes. La misiva se publicó ayer en la página web de la Presidencia uruguaya, tras el misterio en que estuvo envuelta durante el martes. Siempre en un tono estrictamente formal, Vázquez introdujo la posibilidad de convocar a un Consejo extraordinario del Mercosur para discutir el tema con el resto de los presidentes del bloque regional, a quienes les envió una copia de la carta. Desde Brasil, cerca de Luiz Inácio Lula da Silva intentaron poner paños fríos, mientras que el canciller español, Miguel Angel Moratinos, aseguró que “no hay mediación, ni siquiera buenos oficios” de su país. En la Cancillería argentina un alto funcionario evaluó que “el pedido no tiene resolución práctica”. “No es el Gobierno el que está cortando, y tampoco vamos a reprimir”, explicó.

“Los cortes ocasionan graves perjuicios y afectan las tradicionales y excelentes relaciones entre ambas naciones”, remarcó Vázquez en su reclamo epistolar. “Si la presidencia pro témpore argentina del Mercosur lo considera necesario, se puede convocar un Consejo Mercado Común Extraordinario en fecha a convenir, para considerar este asunto”, sugirió sobre el organismo que integran los cancilleres y ministros de Economía.

El presidente uruguayo, que no dejó de resaltar su “estima y consideración” por Kirchner, sostuvo: “Estoy seguro que a través del diálogo y la comprensión mutuas, producto de las excelentes relaciones que unen a nuestra naciones, podremos continuar avanzando en la integración de nuestros pueblos”. En la carta aclaró además que se enviaron copias a los presidentes Lula (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay), Ricardo Lagos (Chile) y Evo Morales (Bolivia). En el gobierno argentino causó un fuerte malestar que se incluyera a los dos últimos, que no son miembros plenos del Mercosur.

“No veo posibilidad de resolución práctica si no hay una respuesta política integral al problema. No es el gobierno nacional el que está haciendo los cortes. Para garantizar la circulación, se tendría que abrir una instancia de diálogo”, comentó a Página/12 un funcionario desde su despacho en el Palacio San Martín, que reconoció que la situación legal por los piquetes es compleja. En la Cancillería, evaluaron que Uruguay intenta “mercosurizar” el conflicto, en particular con los países que tienen gobiernos progresistas. “La Argentina, en cambio, quiere buscar una solución en el marco del problema ambiental que representa entre países hermanos”, definió el funcionario.

En su paso por la Argentina, Moratinos mostró “preocupación” por la disputa en su reunión con el canciller Jorge Taiana y ratificó su disposición de ser intermediario “si los países lo solicitan”. A pesar de que una de las empresas de la controversia es española (ENCE), el canciller desmintió que su visita sirva como mediación entre los países. “Simplemente traigo la voluntad y el mensaje de que estoy seguro que Uruguay y la Argentina encontrarán una solución.”

Por su parte, el asesor del presidente Lula para asuntos internacionales, Marco Aurelio García, abogó por un diálogo bilateral o en el propio Mercosur. “Nosotros reiteramos lo que el presidente Lula da Silva ya afirmó: si podemos ser útiles, estamos dispuestos a ayudar en lo que fuera”, destacó García. El asesor presidencial brasileño se mostró optimista sobre la carta de Vázquez. “Como hubo una carta, tal vez tengamos una respuesta positiva”, dijo García y lamentó que “la situación haya llegado a ese punto”. “Brasil lamenta eso y confía en que las diferencias puedan ser resueltas primero en el plano bilateral, y si no en el del Mercosur”, concluyó.