En contraste con el anuncio del gobierno nacional, en la provincia de Buenos Aires peligra el comienzo de las clases. Luego de varias semanas de discusión, las negociaciones con los docentes terminaron ayer sin acuerdo. La propuesta realizada por la administración de Felipe Solá fue rechazada por el Frente Gremial Docente, que calificó de “vergonzante” la postura del Ejecutivo provincial y convocó a una consulta la semana que viene para definir si van o no a paro.

La reunión ni siquiera duró una hora. Apenas el gobierno dio a conocer su propuesta, los docentes pegaron el portazo. Concretamente la provincia ofreció una cifra de 70 pesos remunerativos, a partir de abril, y 50 pesos de básico, que se irían incorporando en forma escalonada a lo largo de todo el año. Ese punto es el que genera mayor discordia, ya que los maestros reclaman un aumento de 140 al básico. Según sus argumentos, así se respeta la jerarquía salarial y no salen favorecidos sólo los sueldos más bajos, por sobre los docentes con mayor antigüedad.

Sin embargo, el reclamo fue rechazado por el gobierno bonaerense. La directora General de Escuelas, Adriana Puiggrós, señaló que el pedido excede el presupuesto salarial de la provincia. “Subir el salario inicial a 850 pesos y llevar las sumas en negro al básico le significa un esfuerzo que no puede afrontar, por lo que el pedido es muy caro”, dijo tajantemente antes de entrar a la reunión. Con igual tono, los representantes del Frente Gremial Docente acusaron al gobierno de Solá de no cumplir con la Ley de Financiamiento promulgada recientemente. “Mientras la Ley de Financiamiento propone una inversión en el sistema educativo y se anuncia un piso de 850 pesos, en los hechos concretos llega menos plata a los bolsillos de los docentes y en la provincia de Buenos Aires no hay voluntad política de invertir. Chaco dio a los docentes un aumento de cien pesos al básico, con lo que no podemos entender cómo el gobierno bonaerense no lo puede hacer. Para nosotros lo que plantea el gobierno de Kirchner entonces es sólo discursivo”, dijo a este diario Roberto Baradel, titular de Suteba.

En realidad, el conflicto salarial en la provincia de Buenos Aires no depende del gobierno nacional. De acuerdo con la flamante norma, la administración de Kirchner debe colaborar con un Fondo de Compensación Salarial pero sólo en los casos de las provincias más relegadas, algo que excluye al territorio bonaerense con un presupuesto superior al de otras jurisdicciones. Igualmente el panorama en el distrito con mayor población de alumnos en el país no dejó de preocupar a la Casa Rosada. La cuestión sirvió para opacar el anuncio del aumento a 840 pesos de básico para todos los docentes y la promesa de que este año comenzarán las clases en tiempo y forma en todas las provincias.

Luego de la frustrada negociación, el Frente Gremial Docente convocó a una consulta para la semana que viene a todos los docentes para que decidan si comienzan las clases. Además se está organizando una movilización para el miércoles bajo la consigna “Ley de Financiamiento en todos los distritos”. Según informaron fuentes que participaron en el encuentro, no se acordó ninguna reunión y el gobierno aseguró que no hará nuevas ofertas. Uno de los principales argumentos mencionó al aumento concedido el año pasado. Efectivamente, Solá otorgó una suba de cien pesos en agosto, luego de varios paros. Sin embargo, los maestros dicen que en ese momento se llevaron la promesa de que continuarían con las conversaciones, con lo que se dejaba una puerta abierta para nuevas tratativas.

Ayer, la posibilidad de un paro fue nuevamente descartada por el gobierno provincial. Puiggrós sostuvo que “el comienzo de clases no debe estar sujeto al aumento salarial” y ratificó la continuidad del calendario escolar. La acompañaba el ministro de Economía provincial, Gerardo Otero, quien calificó a la propuesta realizada como la última alternativa que permite el presupuesto bonaerense.

Informe: Carolina Keve.