La Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento de Diputados se prepara para definir el futuro del ex comisario Luis Abelardo Patti. A partir de mañana, ese ámbito empezará a analizar el pedido de impugnación presentado por un grupo de legisladores encabezados por el diputado Miguel Bonasso. Los siete expedientes con denuncias por violación a los derechos humanos que pesan sobre el diputado electo por el Partido Unión Federalista serán evaluados en un proceso con tres meses de plazo máximo. Además del caso Patti, la comisión evaluará otras dos impugnaciones pendientes, entre ellas la de Eduardo Lorenzo Borocotó. Ambos dictámenes deberán ser ratificados o rechazados luego por el pleno del Congreso.

Mañana comienza el tiempo de descuento para Patti. Luego del receso del verano y con nuevas incorporaciones, la comisión de Peticiones de la Cámara baja llevará adelante su primera reunión anual con la revisión de la situación del ex comisario.

“No es que mañana vayamos a saber si Patti entra o no entra en el Congreso”, explicó a pedido de este diario el radical Pedro Azcoiti, vicepresidente de Peticiones. Antes de arrancar formalmente con el proceso, la comisión debe definir y acordar las modificaciones al reglamento interno presentadas por el PJ. Una vez que se establezca el acuerdo, la comisión podrá abrir el análisis de las impugnaciones o rechazarlas “in límine”. Si las acepta, los denunciantes tendrán un plazo de cinco días hábiles para presentar nuevas pruebas contra los impugnados, quienes contarán, a su vez, con otros diez días hábiles para presentar sus descargos. Además de Patti y Borocotó, la agenda incluye una impugnación presentada por el ARI contra Susana Genem del Frente para la Victoria.

Sólo cuando cada una de esas etapas formales concluya, los 29 miembros de la comisión –17 de ellos son kirchneristas– emitirán uno o varios dictámenes (por mayoría, minoría o unanimidad) para recomendar o desechar la impugnación. El pleno del Congreso luego deberá decidir la situación de cada uno.

“Vamos a ser muy cautos”, dijo Azcoiti sobre el caso Patti. “La decisión que tomemos en la comisión no será en forma particular sino consultada por los bloques”. Azcoiti asegura que la cautela será puesta “para no afectar las garantías constitucionales tanto Patti como Borocotó, más allá de las simpatías que nos merezca cada uno a nivel personal”.

La UCR sabe que jugará uno de los roles claves durante los próximos tres meses de proceso. Aunque el kirchnerismo con mayoría en la comisión impulsó la impugnación del ex comisario, se necesitan los dos tercios de los votos para rechazar el pliego de un diputado. Patti se quedaría definitivamente fuera del Congreso si el kirchnerismo suma los votos radicales en contra. “No queremos dar una opinión definitiva –agregó Azcoiti–, hay tres meses de trabajo por delante donde deben analizarse las impugnaciones, las ampliaciones que puedan presentarse y después escuchar el descargo.”

Los integrantes de la comisión, que quedó presidida por el diputado tucumano por el Frente para la Victoria Gerónimo Vargas Aignasse, tienen en manos desde diciembre las impugnaciones contra Patti. Los expedientes fueron presentados por los diputados kirchneristas Miguel Bonasso, Araceli Méndez de Ferreyra, Remo Carlotto y Diana Conti, Claudio Lozano (CTA) y Carlos Tinnirello, de Autodeterminación y Libertad. Entre las razones de la impugnación, incluyeron las causas judiciales de Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi y, entre otras, la denuncia por presunto encubrimiento sobre el teniente coronel Jorge Granada y del coronel Jorge Luis Arias Duval –causa en la que Patti cuenta con un procesamiento firme– por la desaparición y muerte de varios militantes en 1980.

“Que yo esté en Diputados no les conviene porque es una voz en contra”, advirtió ayer Patti en su defensa. “Somos opositores al Gobierno, denunciantes de cómo sube la pobreza, cuánto cuesta llenar el carrito en un super, cómo aumenta la corrupción.” El diputado electo y por ahora suspendido cuestionó al gobernador bonaerense Felipe Solá y a Bonassoporque “cambiaron la camiseta y perdieron la dignidad”. Aseguró que saldrá a “dar batalla” para poder asumir su banca en el Congreso.