“No he cortado del diálogo”, se defendió el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, cuando le preguntaron por el conflicto docente en su provincia, que ya lleva cuatro semanas y que culminó el jueves en un violento enfrentamiento entre docentes y dirigentes petroleros, que reclamaban el levantamiento de los cortes de ruta de los maestros. El gremio docente, ATEN, denunció a los atacantes como parte de “la patota de Sobisch” y recordaron que fueron reprimidos por la policía provincial en 2005. “Esto es imposible”, respondió Sobisch con una sonrisa nerviosa. “Quien me conoce, sabe de mi experiencia en el manejo de la fuerza”, remarcó y deslizó que “alguien está alimentando esos cortes”, en dirección al gobierno nacional. Entre molesto y sorprendido, el líder de Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri tuvo que defender a su colega. “No estoy en Neuquén, pero tengo que creerle. Es raro eso de que los piquetes se multipliquen como los panes”, opinó el empresario. “Son cosas que están montadas y no son reales”, sostuvo.