El presidente Néstor Kirchner volvió a arremeter contra la instalación de las dos papeleras en la ciudad uruguaya de Fray Bentos. “Si es tan honesta la inversión, ¿por qué no hacen el estudio de impacto ambiental?”, señaló en un acto que se realizó en Casa Rosada antes de su partida a Brasil para encontrarse con su par, Luiz Inácio Lula da Silva. Allí aprovechó para dirigirse al presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, a quien le pidió que su gobierno colabore con el estudio.

El mandatario reiteró el pedido para que se elabore un nuevo informe sobre los efectos contaminantes que podrían tener las plantas. “Si es tan honesta la inversión, y así espero, ¿por qué no hacen el estudio de impacto ambiental? Miren qué sencillo que es. ¿Por qué no lo quieren hacer? Que me respondan a esta pregunta”, señaló e inmediatamente apuntó contra el gobierno de Tabaré Vázquez. “Me gustaría, por supuesto, que el gobierno uruguayo ayude a que se haga este estudio para dejar en claro las cosas. Porque acá pareciera ser que todo se carga sobre las espaldas de los argentinos”, remató.

La presentación de un informe elaborado por una comisión independiente se trata de uno de los principales pedidos que le viene haciendo el gobierno argentino a Uruguay. Hasta el momento, el único informe que se dio a conocer es el elaborado por la Comisión Financiera Internacional, la entidad contratada por el Banco Mundial para evaluar las consecuencias que podrían tener las papeleras. Sin embargo, el documento recibió críticas de la administración de Kirchner y de varias agrupaciones ambientalistas por tener muy poca información acerca de las técnicas que emplearán las empresas en su producción industrial.

Ante dicha respuesta, la organización financiera requirió un nuevo estudio. El documento se conoció hace algunas semanas y ratificó la necesidad de que se den mayores detalles sobre cómo funcionarán las plantas. Según informaron los voceros de la entidad a Página/12, los próximos pasos del proceso de evaluación se conocerán en unos días, aunque la negativa de las empresas a dar cualquier información oscurece cualquier expectativa. Frente a esta situación, Kirchner ayer fue terminante: “Dios quiera que ese estudio se haga, porque si no lo hacemos nos vamos a lamentar el día de mañana. Y esperemos que dé bien, si no (las papeleras) no se pueden hacer”.