El dólar terminó mal la semana, a pesar de la intervención del Banco Central. En el mercado “libre” ayer cerró a 3,65 pesos para la compra y 3,75 para la venta. La suba semanal resultó de 15 centavos. La devaluación ya alcanza al 73 por ciento. También se registró un alza en el segmento “oficial”, de cinco centavos, con el dólar terminando a 3,54 para la compra y 3,63 para la venta. En el tramo mayorista, el cierre vendedor fue de 3,70 pesos contra 3,64 de la jornada anterior.
Financistas consultados por este diario explicaron que el recalentamiento en el mercado cambiario se debió a las turbulencias en los países vecinos. En Brasil, el dólar finalizó a 2,84 reales (contra 2,77 del día anterior) y en el Uruguay después de la liberalización cambiario, el dólar cerró a 21 pesos (contra 19 del jueves). En este contexto, no alcanzó con los 7,5 millones de dólares que el Central volcó al mercado. En el sector mayorista, vendió 51 millones, mientras que otros 9 millones abastecieron a los minoristas. Como contrapartida, las compañías exportadores liquidaron 52,5 millones en la entidad rectora. Las constantes intervenciones del Central mellaron las reservas. Al miércoles último alcanzaban a 9819 millones de dólares, por lo cual en una semana la caída acumuló 155 millones. Según datos extraoficiales, las reservas ya se ubicarían por debajo de los 9800 millones.
El otro dato que preocupa al Gobierno es la salida de los depósitos, ya que parte de ese dinero se destina a la compra de dólares presionando sobre el tipo de cambio. En las primeras tres semanas del mes –hasta el miércoles 19– se fugaron 890 millones de pesos. Aunque en las consultoras privadas de la city estiman que en el mes la fuga rozará los 2000 millones, tal cual lo sucedido durante mayo. La respuesta fría de los ahorristas al canje de depósitos reprogramados por bonos del Estado hace creer a los financistas que difícilmente logre frenarse ese drenaje ya que continúan las salidas por los recursos de amparo judiciales.
En este contexto de incertidumbre por el futuro cercano, el Banco Central decidió extender la suspensión del Scotiabank Quilmes por otros 30 días, hasta el 19 de julio. La entidad financiera de capitales canadienses fue suspendida por sus problemas de liquidez a mediados de abril. Sólo habría chances de prorrogar la suspensión hasta mediados de agosto. Si antes no aparece algún interesado, seguramente el banco ingresará en un proceso de quiebra. El Banco Hipotecario, que en un principio había demostrado interés en el banco, desistió de esa pretensión. En la city creen que existe la alternativa que el Quilmes, absorbido por el Scotia, vuelva a sus dueños originales: la familia Fiorito.