HUGO HAIME *.

“Representa el centro”

Lo que se está definiendo hoy es cuál es el candidato que podría conseguir más votos y encabezar una fuerza opositora. Objetivamente, una alianza entre Roberto Lavagna y el sector de la UCR que encabeza Raúl Alfonsín resultaría funcional, en la medida en que desbarataría las intenciones que tiene el Gobierno de trazar un escenario bien polarizado entre una fuerza de centroderecha y otra de centroizquierda. Es que Lavagna vendría a representar el centro, con lo cual el campo se fragmentaría en tres fuerzas y se volvería más complejo. Pero lo cierto es que todavía no hay nada dicho, y lo que hoy vaya a hacer Lavagna depende de las ganas de Lavagna. Como oposición, el ex ministro de Economía podría llegar a los veinte puntos. Obviamente para ello va a necesitar algunos socios. Tiene una excelente imagen –la gente lo ve como un hombre técnico y sensato– pero no se puede ir al interior del país sin tener alianzas territoriales. También está la hipótesis de que termine acompañándolo a Kirchner. Hoy el Presidente estaría ganando las elecciones en primera vuelta con 58 puntos. Lavagna reafirmaría ese resultado, algo que no resulta difícil mientras siga sin haber oposición. Actualmente el escenario para las fuerzas opositoras es tan malo que su principal desafío es poder llegar a la segunda vuelta. Y el único que corre con ventaja en ese terreno, además de Lavagna, es Mauricio Macri.

* Titular de Hugo Haime & Asociados.

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ROSENDO FRAGA*.

“Puede unificar”

El ex ministro de Economía quedó con buena imagen en la opinión pública por su gestión económica. Además, políticamente su figura tiene la particularidad de ser la única con posibilidad de unificar a gran parte de la oposición, en momentos que ésta muestra la mayor división de la historia argentina. Lavagna podría ser así un candidato presidencial de gran parte del radicalismo, que hoy no tiene ninguna figura en condiciones de serlo. Pero también puede ser apoyado por el peronismo antikirchnerista, que después de Duhalde busca un referente nacional que no tiene. Incluso podría apoyarlo el Partido Socialista, que tiene candidato para la gobernación de Santa Fe (Binner), pero no para la presidencia. Lo crucial de todo este análisis es que al tener a su favor el éxito de la política económica, aparece mejor posicionado que otros dirigentes de la oposición en un marco donde gran parte de la sociedad muestra críticas hacia el estilo de Kirchner pero reconoce el éxito de la recuperación. Si llegara a una segunda vuelta, tanto los sectores que representa Macri, como los liderados por Carrió, podrían votarlo como opción a Kirchner. La clave de la política argentina no es el oficialismo sino la oposición, que nunca mostró el grado de dispersión actual. Lavagna es la figura que hoy tiene mayores posibilidades de reunir a un sector relevante del 60 por ciento que no votó por el oficialismo en octubre del año pasado.

* Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

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ARTEMIO LOPEZ *.

“En el oficialismo”

Lavagna no ofrece muchos desafíos al escenario electoral. Si hoy se presentara, lleva el 4,6 por ciento de los votos. Su candidatura genera revuelo porque la derecha no tiene candidato y alucina poder encontrar un atajo. Las especulaciones sobre la postulación del ex ministro no son más que eso: un atajo sumamente ingenioso que nunca se podrá comprobar. Su postulación actualmente sólo tiene posibilidades en el interior del dispositivo oficialista. Fundamentalmente ocupa un lugar preponderante en la Capital, que serviría para la performance del oficialismo. Aunque también puede ser una figura con proyección nacional. Por el momento, lo único seguro es que no podría ir por fuera del oficialismo. Para Lavagna, compartir una fórmula con el radicalismo es lo mismo que aliarse con el Partido Demócrata norteamericano: no le significa votos. Respecto del espacio de la oposición, continúan los mismos nombres. El principal problema que atraviesa la oposición es que Elisa Carrió y Mauricio Macri son muy estelares y no se prestarían a un escenario que los pueda hacer quedar mal. No es el caso de Ricardo López Murphy, el único obrero del centroderecha que se puede poner ese traje sin ruborizarse. En este marco, cualquier proyecto contrario al oficialismo va a tener que enfrentar más problemas que ventajas. Kirchner hoy está arriba con 55 puntos y todo indica que, salvo algún colapso económico, nada afectará su marcha.

* Director de Equis.