“Lo único que pudo evitar el coqueteo del poder con la transversalidad fue una férrea disciplina partidaria”, se justificó ayer la líder del ARI, Elisa Carrió, que les pidió perdón a los aristas “por haber sido muy dura”. “Otros compañeros no resistieron. Allá andan muchos Judas que traicionaron por izquierda y cobraron por derecha”, azuzó, en lo que pareció una alusión a la titular del PAMI, Graciela Ocaña. Carrió dedicó buena parte de su discurso a responder y debatir las internas que surgieron en torno de la política de no buscar alianzas electorales.

El caso más notorio es el de Santa Fe, donde hubo una intensa discusión interna –aun no resuelta– sobre el apoyo al socialista Hermes Binner para gobernador en 2007. Mientras unos se mostraban reacios a integrar a una coalición que integran los radicales, otros son fervientes partidarios de sumarse a ese espacio, algo que Carrió no ve con demasiado agrado. Y ayer lo marcó tajantemente, sin mencionar a Santa Fe: “No podemos caminar la Nación diciendo vamos solos, si en algunas provincias vamos rejuntados. Las alianzas locales tienen que tener una estrategia de principios coherentes, si no, vamos a caer en el doble discurso y en la doble moral”, se despachó. “Cada uno sabrá lo que debe hacer con su conciencia, yo igual seré candidata”, advirtió.

Carrió recordó que los socialistas “rompieron el bloque nuestro de Diputados y se llevaron ocho bancas” y pidió “tener cuidado y no prejuicios”. Consideró que es posible “abrir las listas a quienes resistan. Por ejemplo, Teresa de Anchorena no responde al estereotipo progre, pero ha dado cuenta de una conducta. ¿Para ser progre hay que ser barbudo?”, inquirió la dirigente.

La líder del ARI también mencionó el caso de la provincia de Neuquén, donde el partido está intervenido. “La lógica del espanto Sobisch-anti-Sobisch nos lleva al rejuntado”, remarcó. Nada dijo, en cambio, sobre la ciudad de Buenos Aires, uno de los distritos donde el ARI tiene más chances electorales, pero todavía no hay un candidato definido. “Las conversaciones no están muy avanzadas”, se limitaron a comentar los aristas. Es un secreto a voces que el radical Enrique Olivera busca ocupar ese lugar, pero habrá que ver si logra vencer la resistencia que existe en el ARI, máxime si buscar reunir otros sectores tras su candidatura.