Horas antes de que se lanzara el Instituto para la Victoria, Alberto Fernández y Miguel Bonasso se encontraron en el primer piso de la Rosada. El jefe de Gabinete lo había invitado a almorzar en la cumbre de Córdoba, hace dos semanas, pero el convite parecía haber quedado en stand by. Sin embargo, el martes a la noche el jefe de Gabinete llamó al diputado y arreglaron para encontrarse ayer al mediodía. La reunión fue a solas y en el despacho de Fernández. La relación tuvo algunos contrapuntos en el pasado, pero la comida pareció descomprimir cualquier grieta. El jefe de Gabinete recordó a la fallecida esposa de Bonasso, Ana de Skalon, quien tuvo muchos roces con los funcionarios del área de Medios durante su gestión en Canal 7. Fernández dijo que mucho de lo que había querido hacer Skalon se estaba haciendo en los últimos tiempos. El jefe de Gabinete había ofrecido varias veces a Bonasso reunirse para charlar. Ayer se concretó el encuentro, pero ambos se cuidaron por mantener en reserva lo más importante de la charla. La reunión se produjo luego de que Bonasso se encontrara varias veces con el destituido jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, para analizar la estrategia del progresismo para las elecciones de 2007.