El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, señaló que el Gobierno “sigue el tema” de la investigación del pago de los sobornos en el Senado sin involucrarse porque “es un tema judicial”. Y opinó que el hecho de que Fernando de la Rúa vinculara las novedades en el expediente a “una operación montada por el gobierno nacional” responde a que el ex presidente “se está defendiendo en la causa”.

Del caso también habló el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez, quien dejó la vicepresidencia por aquellos hechos. “Lo más importante es que la investigación del juez (Daniel Rafecas) se hizo con rigurosidad técnica judicial, con pruebas ajustadas a derecho, sin contaminación de la política”, consideró.

Alvarez recordó que cuando dio su testimonio, en aquel momento ante el juez Carlos Liporaci, “tenía la certeza política que los hechos habían ocurrido, aunque no había todavía evidencia con valor judicial. Era mi deber, sobre todo porque habíamos llegado al gobierno con la promesa de cambiar el sistema político degradado que venía de la década del ’90 y ese proceso de degradación culminó en la crisis del 2001”.

El funcionario lamentó que esto no haya sido posible y que “los intereses corporativos hayan sido más fuertes. Quizá por eso mi renuncia se festejó en el Senado y en el Gobierno”.

Por su parte, el senador radical Rodolfo Terragno aseguró que “si existieron los sobornos” el ex presidente Fernando De la Rúa “tenía que saberlo”. Terragno, quien se desempeñaba como jefe de Gabinete de la Alianza en el momento de los supuestos pagos de coimas, aseveró que “es imposible que el presidente no lo supiera, no es algo que se pueda hacer con independencia”.

En este marco, aseguró que el testimonio de Sandra Montero es “esperanzador” puesto que “suma un nuevo elemento” que “obliga” a la justicia a “llegar a fondo” en la investigación del caso. Esto se debe a que, advirtió, si bien se aproximaba el juicio oral “se temía que la causa fuera archivada por falta de elementos capaces de interrumpir la prescripción”. Terragno aseveró que “no se puede pensar que esto es todo un invento” y consignó que si existió una “operación política –como lo denunció De la Rúa, entre otros políticos– ésta fue iniciada por el propio gobierno de la Alianza”.