A partir de mañana martes y hasta el jueves próximo, la veintena de obispos católicos que integran la Comisión Permanente del Episcopado, encabezada por el cardenal Jorge Bergoglio, se reunirán en la sede capitalina de la calle Suipacha para recibir informes de la comisiones de Pastoral Social y Justicia y Paz, ambas a cargo del obispo Jorge Casaretto, y de Educación Católica, presidida por el arzobispo de Bahía Blanca, Guillermo Garlatti. Este último estuvo reunido la semana anterior con el ministro de Educación, Daniel Filmus, a quien le entregó el aporte elaborado por el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec) con contribución a la reforma educativa impulsada por el Gobierno.

Si bien éstos son los temas formalmente planteados en la agenda episcopal, no debería descartarse que en la reunión surjan comentarios acerca de la reciente decisión legislativa que autoriza la vasectomía y la ligadura de trompas en los hospitales públicos. Tampoco quedará al margen del comentario episcopal la situación que se vive en la provincia de Misiones donde tanto el obispo Joaquín Piña como su colega Juan Martínez se oponen a la reforma constitucional que impulsa el gobernador Carlos Rovira.

Según trascendió, en algún momento del encuentro episcopal la máxima jerarquía de la Iglesia designará, a pedido del obispo Carmelo Giaquinta, una comisión que acompañará a este último para seguir adelante con las actuaciones en torno del asesinato del obispo Enrique Angelelli. Los obispos ya tomaron la decisión de que la Conferencia Episcopal se constituya en parte querellante en los juicios. Además, a través del obispado de La Rioja, se dieron comienzo a las actuaciones preliminares para que la Iglesia reconozca formalmente la condición martirial de la muerte de Angelelli y se inicie de esta manera su proceso de canonización.

Por otra parte, en su homilía de ayer, el obispo emérito de Viedma, Miguel Hesayne, hizo una severa autocrítica de la propia Iglesia al preguntarse si “en nuestras organizaciones o instituciones católicas tienen voz y voto los que no tienen voz y voto en la sociedad”. Recordó Hesayne que “a nivel de documentos está definido con suma claridad que la ‘opción preferencial por los pobres’ se practica cuando normas e instituciones se orientan desde los pobres a todos. ¿Es la praxis generalizada?”, se preguntó. Pidió finalmente que “los hombres de Iglesia no perdamos más tiempo quedándonos en la denuncia y no temamos formar un laicado radicalizado en el Evangelio (que sea) fermento de justicia-libertad y amor solidario en la sociedad argentina”.