Según comentaban integrantes de la comitiva presidencial, en la noche del domingo –antes de toda la actividad oficial– ya habría comenzando el operativo de abordaje a Carlos Reutemann para convencerlo de que acepte la candidatura a gobernador del peronismo en Santa Fe. El presidente Néstor Kirchner y sus hombres más cercanos –Alberto Fernández, Carlos Zannini– habrían tirado algunas líneas hacia el ex piloto de Fórmula Uno, quien, se sabe, es un hombre de silencios no siempre fáciles de decodificar. Según los testigos, la primera prueba fue superada. En principio, el Lole caminaba ayer temprano frente al hotel donde se aloja el Presidente, de sport, mirando las vidrieras de los negocios de la Quinta Avenida y hablando por celular. No parecía preocupado, lo cual tampoco dice demasiado en cuanto a su posible respuesta y los efectos que podría tener en la provincia.

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Hay un grupo de integrantes de la comitiva que, debido a que las cuestiones internacionales no figuran entre su plan de actividades, más relacionadas con la política interna, aprovechan el encuentro neoyorquino para cambiar figuritas sobre la situación nacional. Estando aquí Alberto Balestrini, José Pampuro y José María Díaz Bancalari, resultó lógico que la interna de la provincia de Buenos Aires haya estado insistentemente en las conversaciones. Tras mucho debatir y plantear opciones, sacar cuentas y pesar posibilidades, concluyeron en que la principal carta del presidente Kirchner en la provincia es la posibilidad de la reelección de Felipe Solá, el mejor candidato, según lo miden las encuestas. Y que hasta que esa carta no esté jugada y no se sepa cuál es su viabilidad en la Justicia, adelantar otras posibilidades no tiene sentido. Habrá que esperar.