Sin Luiz Inácio Lula da Silva. Sin Alan García. Sin los jefes de Estado de Cuba, Guatemala, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, comenzará hoy la XVI Cumbre Iberoamericana, a la que sí asistirán el presidente Néstor Kirchner, el mandatario venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales, el jefe del Estado español, José Luis Rodríguez Zapatero, y, como anfitrión, el presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez. En tanto, se aprobó el documento que refleja las coincidencias de los veintidós países en materia de migración y resalta la necesidad de garantizar el respeto de los derechos humanos del migrante y su familia y la diversidad cultural.

El mandatario brasileño anunció su ausencia por “cansancio”, por lo que Vázquez se quedó sin la oportunidad de pedirle que intervenga, en su carácter de presidente “pro témpore” del Mercosur, en el conflicto de las papeleras.

Más allá del debate central de la cumbre, que se centrará en el álgido tema de las políticas migratorias, uno de los atractivos adicionales –como todo encuentro de este tenor– serán las reuniones bilaterales. Rodríguez Zapatero, un entusiasta de la Cumbre, tiene agenda completa. Recibirá a Kirchner, Vázquez, Chávez y Morales. Los mandatarios esperan aprobar el “Compromiso de Montevideo” sobre migración, para el cual vienen trabajando intensamente los equipos técnicos de los países participantes. La Cancillería argentina insistió en que el texto tenga un fuerte “componente social”. México y España mostraron algunos reparos.

Los principales puntos del documento son el respeto de los derechos humanos; el enfoque multidisciplinario y de cooperación internacional; el estricto apego al principio de no discriminación y del ordenamiento legal vigente en cada país y el rechazo de toda acción unilateral de efecto internacional.