Después de dos postergaciones, el proyecto para regular la tala indiscriminada de bosques nativos fue aprobado en general en la Cámara de Diputados, aunque la iniciativa aun no logró sortear todas las trabas que se presentaron en su camino. La semana que viene, cuando se apruebe en particular todo su articulado, el bloque oficialista quiere introducir modificaciones sustanciales al proyecto tras la embestida de los legisladores de su propia bancada que representan a las provincias del NEA y Salta, que quieren conservar las autorizaciones para el desmonte en su propio territorio. Los activistas de Greenpeace denunciaron que los gobernadores “no quieren resignar” su parte en el fabuloso negocio maderero que a su vez abre camino a las grandes extensiones de cultivo de soja. Los autores del proyecto, los legisladores Miguel Bonasso y la arista Marta Maffei, analizarán cómo resisten las modificaciones para que la iniciativa no pierda su esencia: impedir la tala que arrasa 300 mil hectáreas anuales de bosques.