Mié 03.01.2007

EL PAíS • SUBNOTA

La Justicia constató las lesiones de Gerez

“Les dije que le dieran una tunda, no que lo trajeran acá. Miren el lío que armaron”, dijo el secuestrador que daba las órdenes. El dato surge del testimonio de Gerez ante la fiscal.

› Por Raúl Kollmann

La fiscal de Escobar, Andrea Palacios, encargada de investigar el secuestro de Luis Gerez, habló ayer por primera vez desde el inicio del caso. Por un lado dijo que “tengo un informe médico, que es objetivo, y que dice que las lesiones que presenta el señor Gerez son compatibles con lo que él declaró”. Es decir, que las lesiones que tiene en las muñecas y tobillos se corresponden con las ataduras que tuvo puestas durante 48 horas. Además, el albañil tiene una ligera marca en el pecho, producto de que lo quemaron con un cigarrillo. Por otro lado, preguntada si el secuestro existió o no, Palacios sostuvo que “estoy investigando precisamente eso. Desde el primer día estamos trabajando con distintas hipótesis”. Al mismo tiempo, Página/12 accedió a otro tramo de la declaración del albañil ante la Justicia. Gerez relató que fue secuestrado por un grupo sin nivel político alguno, integrado por personas que parecían delincuentes comunes o matones y que lo hicieron por encargo. El viernes pasado, cerca del mediodía, apareció en el garaje o galpón en el que lo tenían cautivo una persona que sí exhibía otro nivel y que aparentemente daba las órdenes. “Les dije que le dieran una tunda, no que lo trajeran acá. Miren el lío que armaron. Ahora arréglense. No quiero saber más nada”, cuenta Gerez que dijo el sujeto.

Palacios mantuvo ayer un diálogo con el programa El Exprimidor y dejó cuatro respuestas de importancia:

- El informe médico coincide con lo que declaró Gerez, es decir que lo tuvieron amarrado con una especie de grilletes y que lo quemaron levemente con un cigarrillo.

- Sobre el secuestro en sí mismo, no dijo que el hecho ocurrió sino que está investigando “precisamente eso”, sin cerrar otras hipótesis.

- Cuando se le preguntó respecto de la declaración del albañil, si consideraba creíbles sus afirmaciones, Palacios respondió: “No voy a contestar esa pregunta”.

–¿Pero la declaración de Gerez la dejó conforme? –insistió este periodista.

–Le reitero: no voy a contestar esa pregunta –remató la fiscal.

- Por último, Palacios dijo que en el expediente no está claro en qué zona tuvieron a Gerez durante las 48 horas. “No tengo en la causa nada que me acredite que ese lugar esté ubicado cerca de donde apareció el señor Gerez. Por ahora no tenemos ningún sospechoso y tampoco existe una determinación del lugar donde el señor Gerez estuvo cautivo.”

La fiscal reiteró su pedido de que cualquier persona que haya visto algo se comunique con la fiscalía número 1 de Escobar, en Alberti y Estrada, o llame a los teléfonos 03488-420550 y 03488-420404. Palacios y la fiscal general de Campana, Liliana Maero, tienen las riendas de la investigación desde el principio y casi todos los que intervinieron en el caso coinciden en que actúan con mucho vigor y eficacia.

Otro fiscal de la causa, que trabaja en colaboración con Palacios, confirmó después en diálogo con la agencia Télam que “no se descarta ninguna hipótesis en la investigación”. “No queremos que ninguna hipótesis condicione el resultado. No tenemos afinidad política con ninguna persona y todas las posibilidades están abiertas”, agregó.

Página/12 accedió ayer a nuevos tramos de la declaración de Gerez ante la Justicia. El albañil dijo que fue secuestrado a escasos metros de la casa de su amigo y compañero de militancia, Jorge Altamirano, y que lo llevaron a una especie de garaje o galpón. Gerez declaró que en materia de agresión física sufrió una paliza el viernes, lo quemaron con un cigarrillo el día anterior y le accionaron un arma en la cabeza en un simulacro de fusilamiento. Que los tres individuos que lo secuestraron parecían delincuentes comunes que hicieron la operación por encargo de una cuarta persona que recién entró al garaje-galpón el viernes. Ese sujeto tampoco le hizo ningún comentario ni pregunta política, no lo amenazó ni le explicó por qué lo secuestraron. Lo único que escuchó es que esta persona, de mucho mayor nivel educativo que los que actuaron como mano de obra en el secuestro, se dirigió a los demás recriminándolos: “Les dije que le peguen una tunda, no que lo traigan acá. Miren el quilombo que se armó. Ahora arreglen esto ustedes. Yo me abro”. Después de ese diálogo, mantenido cerca del mediodía, escuchó que los supuestos secuestradores discutían entre ellos sobre qué hacer. En un momento le pareció quedarse solo y finalmente lo vinieron a buscar y lo subieron a un auto. Según declaró ante la fiscal Palacios, Gerez creyó que lo matarían, pero después de hacer un breve camino en el vehículo, lo soltaron.

En sus declaraciones, el fiscal Flores también agregó que en su testimonio ante la Justicia Gerez contó que “fue ingresado a un vehículo cuya marca y color no pudo establecer”, que el diálogo que mantuvo con sus captores “no incluyó amenazas verbales ni nada que pueda servirnos para establecer el móvil del hecho” y que los secuestradores tampoco hicieron mención a su militancia política.

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