Argentina acusó a Uruguay de no cooperar en la lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. En una carta entregada al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), la ministra de Economía, Felisa Miceli, alertó sobre su “preocupación” por la “falta de progreso” del gobierno uruguayo en cumplir con las recomendaciones sobre el tema. El papel de Uruguay como “centro financiero offshore”, que facilita las maniobras a los ex residentes y la “ausencia de restricciones al secreto bancario” lo sitúan “en una posición vulnerable para el lavado de dinero y la financiación del terrorismo internacionales”, señaló la queja. La polémica no tiene nada que ver con el conflicto por las papeleras, pero en los medios uruguayos vincularon las críticas al mal clima entre los dos países. Es que el tono de la carta recordó los reproches por la instalación de Botnia; en ella se acusó a Uruguay de incumplir acuerdos, lo que, consideró Miceli, resulta “extremadamente perjudicial” para los países que “se esfuerzan por cumplir los compromisos internacionales”.