El jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, y candidato a seguir en el cargo despejó ayer un frente de conflicto: acordó con los gremios docentes un aumento salarial del 23 por ciento con un salario inicial de 1040 pesos y garantizó el inicio del ciclo lectivo en el distrito vidriera del país. El mosaico nacional tiene distintos contrastes: en Santa Fe, Catamarca y Salta las clases empezaron con medidas de fuerza y para el lunes están previstos paros en La Rioja y Neuquén.

El secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) porteña, Francisco “Tito” Nena, explicó que el acuerdo firmado con Telerman y la ministra de Educación, Ana María Clement, consistió en elevar un 12 por ciento el sueldo básico, que quedará ahora en 548 pesos, y 100 pesos como suma fija y remunerativa, que serán pagados en dos veces, 50 pesos en marzo y otros 50 en julio” y precisó que “además de los 1040 de inicial se acordó que la suma fija quede en 270 pesos, ya que los docentes venían cobrando 170 pesos como suma fija remunerativa y bonificable”.

Telerman dijo que los “fondos provienen de la ejecución de juicios a morosos grandes evasores, por la cual pensábamos recaudar 200 millones en todo el año y ya en los dos primeros meses recaudamos 100 millones”. Clement destacó que “la ciudad no se puede quedar con el anuncio de Nación porque deja afuera al 75 por ciento de la población docente, que es la que tiene antigüedad; por eso hicimos un esfuerzo para no achatar la pirámide salarial”. Durante la gestión de Aníbal Ibarra en la Jefatura de Gobierno, los docentes consiguieron el virtual blanqueo de su salario entre básico y sumas remunerativas y bonificables. De modo tal que sobre todos esos montos se aplica el plus por antigüedad, la diferencia radica en la relación entre cargos de maestros, secretarios, directores y supervisores. De ese modo se evita achatar la escala por antigüedad y se beneficia de hecho a los docentes que están frente al aula.

El tire y afloje por la incorporación de las sumas fijas al sueldo básico es el detonante de todos los conflictos provinciales. En Catamarca iniciaron ayer un paro por tiempo indeterminado en demanda de mejoras salariales, en tanto que sus pares de Santa Fe cumplieron su segunda jornada de paro, pese a la decisión de descontarles los días no trabajados.

Por su parte, los sindicatos de educadores de La Rioja y Neuquén convocaron a sus afiliados a no presentarse a clases el lunes. En Jujuy, los sindicatos se reunirán en asambleas para decidir si aceptan la propuesta salarial del gobierno y en Salta rechazaron el nuevo ofrecimiento salarial y continuarán el paro que comenzaron el lunes pasado.

A pesar de la coincidencia en el aumento que fijó el piso salarial en 1040 pesos, el conflictivo comienzo de clases en varias jurisdicciones muestra la dificultad para garantizar otra ley nacional: la que prevé el cumplimiento de 180 días como mínimo.