EL PAíS
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Cómo será el Foro
› Por Eduardo Tagliaferro
El discurso dominante los presentó como unos utópicos que se negaban a los avances de la globalización. Unos loquitos que polemizaban con los iconos de las finanzas, con magnates capaces de abrir las puertas de cualquier despacho, como George Soros. En el mejor de los casos se los definió como la contracara del tradicional encuentro que todos los años se realizaba en la bucólica localidad suiza de Davos. A poco de andar, quienes luchan contra el neoliberalismo en todos los rincones del planeta han logrado imponer su propia agenda y hasta convirtieron a la ciudad brasileña de Porto Alegre en el faro de muchos de los movimientos de resistencia contra el capitalismo. A dos años y medio del primer encuentro en tierras gaúchas, el Foro salió de Brasil y se apresta a funcionar en la Argentina. Se concretará entre el 22 y el 25 de agosto, su centro neurálgico estará en la Facultad de Ciencias Sociales y en todas las que rodean al circuito universitario de Plaza Houssay. Además habrá talleres y actividades descentralizadas en La Matanza, El Bolsón, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Rosario y Santa Fe. No por casualidad es presentado como un Foro Temático. A nadie se le escapa que en la Argentina, como en pocos otros lugares, se observan nítidamente los resultados de la aplicación a rajatabla del credo neoliberal. El nucleamiento de unas 240 organizaciones y movimientos sociales que aparecen como convocantes de este cónclave también muestra que de la mano de la crisis y de la lucha nacen las propuestas alternativas. Los organizadores ya se muestran orgullosos de lo que consideran uno de sus primeros logros, el amplio abanico de agrupaciones que pusieron su firma al pie del documento convocante al Foro. Se esperan delegaciones de Latinoamérica y de otros puntos del globo. Intelectuales como el sociólogo brasileño Emir Sader, la directora de la Revista Chiapas, Ana Esther Ceceña, el ex alcalde de Porto Alegre, Raúl Pont, el responsable internacional de la CUT de Brasil, Kjelld Jakobsen, dirigentes del Movimiento de los Sin Tierra, de las comisiones obreras españolas, de los resistentes italianos de Tutte Bianche y dirigentes de Via Campesina serán algunos de los 300 delegados que se esperan. Este mosaico lleva desde hace dos años la tarea de mostrar que la consigna “otro mundo es posible” es más que un eslógan. Como en el Foro Social Mundial los partidos políticos no participan orgánicamente, lo hacen sus dirigentes a través de organizaciones sociales a las que representan. Tampoco habrá conclusiones formales o síntesis.
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