“Nosotros tenemos un candidato. Conversamos con todos los sectores, pero no dejamos de avanzar con nuestra propuesta”, comentó a este diario un miembro de los sectores del peronismo antikirchnerista. La frase no es una generalidad sino una respuesta directa a los peronistas que se juntaron hace pocos días en Potrero de Los Funes, San Luis. Si uno sondea un poco más a los seguidores de Lavagna, no dudarán en afirmar que aquella foto que reunía a Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá, Ramón Puerta y el neuquino Jorge Sobisch “es funcional al kirchnerismo”. No creen en su caudal electoral y repiten que esa foto atrasa. En la provincia de Buenos Aires consideran que si los seguidores del fantasmagórico encuentro de San Luis tuvieran un candidato propio, le restaría chances al lavagnismo bonaerense. “El espacio peronista del Gran Buenos Aires que no está con Kirchner, está con nosotros”, repite entusiasmado el lavagnista que habla con Página/12. Los radicales bonaerenses es otro frente que no pueden ignorar. Desearían no dividir fuerzas, aunque las candidaturas ya están lanzadas. No falta el que incluso repite que el principal obstáculo para acordar una lista común tiene nombre y apellido: Ricardo Alfonsín.