El consejero de la Magistratura Luis María Cabral, que instruye el juicio político contra el presidente de la Cámara Nacional de Casación Penal, Alfredo Horacio Bisordi, analiza solicitar un peritaje psiquiátrico, dado el tenor de los escritos que presenta el juez investigado. El del 21 de agosto descalifica a “Kirchner, Cristina y los personeros de su corrupto gobierno que los representan en el Consejo”. Bisordi se refiere a la presidenta de la Comisión de Acusación como “la conocida recolectora de residuos judiciales Diana Conti” y afirma que “la aludida recicladora urbana agregó basura al expediente”. También “se incorporaron excrementos recogidos por Conti referentes a una cuestión matrimonial” del juez del mismo tribunal Gustavo Hornos. No se olvida de los “alcahuetes que integran la despreciable familia judicial”, algunos de los cuales “deben estar tan cerca de mí que me parezco a la víctima del adulterio, que normalmente es la última en enterarse”. Según Bisordi el juicio político le permitió “comprobar que hace tiempo estoy rodeado de traidores y pusilánimes, capaces de matar o morir por plata o de conservar sitiales que jamás les hubiesen correspondido ocupar en otro país que no sea éste, cuya calidad institucional actual es peor que el imaginario Costa pobre del inolvidable sketch del también inolvidable Alberto Olmedo”.