EL PAíS
• SUBNOTA › DATOS CONCRETOS PARA LA CAUSA QUE LLEVA EL JUEZ CLAUDIOBONADIO
El Cóndor es un blanco accesible
› Por Victoria Ginzberg
“La inteligencia militar argentina (601) contactó a su colega de inteligencia militar brasileña para solicitar permiso para realizar un operativo en Río para capturar a dos montoneros que llegaban desde México. Los brasileños otorgaron su permiso y un equipo especial de argentinos voló bajo en comando operacional del teniente coronel Román a Río en un C130 de la Fuerza Aérea. (...) Estos dos montoneros están actualmente bajo custodia en la cárcel secreta del Ejército, Campo de Mayo.” Los dos montoneros eran Horacio Campiglia y Mónica Pinus de Binstock –cuyas desapariciones están siendo investigadas por el juez federal Claudio Bonadío– y la descripción de sus secuestros figura con detalles en un memorándum del Oficial de Seguridad Regional (RSO) de la Embajada, James Blystone.
Este ejemplo demuestra que los papeles desclasificados serán útiles para las causas judiciales en trámite sobre las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura. Pero este papel es, además, uno de los pocos –de los analizados hasta el momento– que permiten extraer información sobre el destino de algún desaparecido.
El documento confirma algunos datos que hasta ahora intuía Edgardo Binstock, quien viajó a Estados Unidos para pedir datos sobre su esposa, Mónica Pinus. Por ejemplo, describe que la mujer fue secuestrada junto con Campiglia en Río de Janeiro. También aporta información novedosa sobre la forma en que se realizó el operativo que terminó con la desaparición de Pinus y Campiglia. “Ambos montoneros de México fueron capturados vivos y volvieron al país en el C130. Los argentinos, que no querían alertar a los Montoneros que habían realizado una operación en Río, utilizaron a una mujer y un hombre argentinos para registrarlos en un hotel empleando los documentos falsos obtenidos de los otros dos Montoneros capturados, de esta manera dejaron rastros de que los dos Montoneros de México habían llegado a Río, se habían registrado en un hotel y después se marcharon”.
Blystone obtuvo los datos de una reunión con “un miembro del servicio de inteligencia” que se realizó el 2 de abril de 1980. Pinus y Campiglia fueron secuestrados a mediados de marzo de ese año. “Al comienzo él (el RSO) preguntó bromeando qué había pasado con los dos Montoneros que habían desaparecido entre México y Río. La fuente contestó que me diría pero sólo en la más estricta confidencialidad ya que esta información era ultra secreta”, comienza el memorando.
Este papel también detalla los secuestros de 12 personas que ingresaron al país por rutas de ómnibus desde Paraguay, Uruguay y Brasil: los miembros de la contraofensiva cuyos secuestros investiga Bonadío. “Los servicios de seguridad argentinos, con la cooperación de la policía, tendieron una trampa para capturar a los 12 miembros. La policía llevó a cabo procedimientos de control de documentación y drogas en la terminal de ómnibus de Buenos Aires y los servicios de inteligencia fueron capaces de aprehender a miembros del TEI que llegaban en ómnibus. Una vez que el miembro montonero era identificado, la policía solicitaba controlar su documentación y aconsejaba al individuo que tendría que ir a la estación de policía por cuestiones policiales de rutina. Una vez que el montonero era introducido al auto para el traslado a la estación, la inteligencia militar tomaba el mando y transportaba al Montonero a la cárcel secreta de Campo de Mayo.”
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