Los represores de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz, Norberto Cozzani y el médico Jorge Bergés deberán cumplir las condenas por delitos de lesa humanidad impuestas en la bautizada “causa Camps”. Así lo resolvió la Corte Suprema de Justicia al validar la reapertura de ese caso que se produjo tras la anulación parlamentaria de las leyes de obediencia debida y punto final en el 2003. La Corte rechazó un recurso extraordinario de la defensa de los represores que pretendía obtener la inconstitucionalidad de la norma que derogó ambas leyes y confirmó que todos deben cumplir las condenas impuestas en un juicio oral que se realizó en la década del ’80. Etchecolatz, Bergés y Cozzani fueron juzgados y condenados en el marco de la “causa Camps”, que investiga la participación de policías bonaerenses en el “aparato represivo ilegal” montado con el golpe de estado del 24 de marzo de 1976, recordó la Corte. Todos ellos habían quedado libres con el dictado de las leyes de impunidad, pero en septiembre de 2004 el juez platense Arnaldo Cora-zza ordenó volverlos a detener después de que la Cámara Federal porteña reabriera la causa. Corazza entendió que debían terminar de cumplir las condenas impuestas el 2 de diciembre de 1986. Etchecolatz recibió una pena de 23 años de prisión por 73 hechos de torturas, el entonces médico policial Bergés fue sentenciado a seis años y el ex cabo Cozzani a cuatro por torturas. En el mismo juicio también había sido condenado el ex jefe de la Policía Bonaerense Ramón Camps y el también fallecido ex subjefe en la fuerza Ovidio Ricchieri, por 214 secuestros extorsivos, 120 casos de tormentos, 32 asesinatos, 18 robos y 10 sustracciones de menores. En 1990, Camps fue indultado por el entonces presidente Carlos Menem y murió en 1994. Al ordenarse su detención, Etchecolatz cumplía ya prisión domiciliaria por haber sido condenado junto al ex médico policial Bergés a siete años de cárcel por sustracción de identidad de una hija de desaparecidos nacida en el centro clandestino Pozo de Banfield. Etchecolatz, además, fue condenado en septiembre del año pasado a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en el marco de un “genocidio”.